Capítulo 19

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Me vuelvo a mirar en el espejo y me sigue sin convencer lo que llevo puesto, así que vuelvo a mi maleta y saco otra cosa más básica, ya que hasta ahora solo me llevaba probado vestidos y ninguno me convencía.

—No, Dara, no me convence— digo yo, quitándome la chaqueta de lana que llevaba puesta.

—Ayyy…— dice con cansancio mi hermana.—¡Pues pon lo que tú quieras, ya no te vuelvo a ayudar!

Se mi maleta, cojo un jersey gris que dejaba descubiertos los hombros y un pantalón vaquero holgado. Cuando salíamos a cenar, yo no era de ponerme muy pija, así que hoy no debería ponerme más arreglada de lo normal, por lo que las prendas que tenía en mis manos eran las que me iba a poner definitivamente.

Me pongo algo de joyería y unas Adidas Campus grises, me peino un poco el pelo y ya estaba lista.

—¿Estoy guapa?— le pregunto a Dara, estando esta tirada en la cama mirando su móvil.

—Estas muy guapa— me contesta, con una sonrisa.— ¿A qué hora viene a por ti Joost?

—A las ocho. Dentro de… quince minutos— le digo, mirando la hora en mi móvil.— ¿Seguro que voy bien?

—Vas muy guapa, no te preocupes— me dice mi hermana, sentándose y cruzando las piernas.— Elliot, ¿A que mi hermana está muy guapa?

—Estás muy guapa— me dice Elliot levantando la vista de su libro.— Le vas a gustar mucho a Joost.

—¿Cuándo no le gusta a Joost?— dice mi hermana, levantando las manos exageradamente.— Ponga lo que ponga mi hermana, a Joost le va a gustar… a diferencia de su novio.

—¿Dónde está él? ¿Sabe que vas a cenar con Joost?— pregunta mi cuñado, cerrando su libro y prestando atención a la conversación.

—Está con Sanne… estaba tan entretenido con ella, que pienso que no se enteró de que le dije que me iba con Joost a cenar— le digo, suspirando, con algo de pena por la poca atención que me prestaba a veces mi novio.

—No te merece, te lo tengo dicho desde hace mucho— me dice mi hermana.

Nuestra conversación fue interrumpida por unos suaves golpes en la puerta.

—Ahí está tu Romeo— me dice Elliot con una sonrisa, mirándome con una ceja arqueada.

Me miro por última vez en el espejo y me arreglo un poco el pelo, para luego ir hasta la puerta y abrirla:

—¡Hola!— digo con una sonrisa, viendo a Joost.

—Hola, ¿Preparada?— me pregunta Joost, con una sonrisa igual a la mía.

—Por supuesto, déjame coger mi bolso. Entra, si quieres, están Dara y Elliot— le digo, metiéndome otra vez en la habitación.

—¡Hola!— saluda Joost a mi hermana y cuñado.

—¿Qué tal estás, finalista de Eurovisión?— le pregunta mi hermana, levantándose y yendo a darle un abrazo.— Como no te pude ver en todo el día, no te pude felicitar, así que te lo digo ahora: enhorabuena, rubito.

—Gracias— dice Joost, con una pequeña sonrisa. — Yo estoy bien, ¿Vosotros?

—Estresados— dice Elliot.

—Y cansados, que Anaís lleva comiéndonos la cabeza durante casi una hora— dice mi hermana rodando los ojos. Con el bolso, le dí un ligero golpe en la espalda que hizo que ella se quejara y Joost se riese.

—Mejor nos vamos, que aquí no me quieren— digo yo, de broma, agarrando a Joost del brazo y dirigiéndonos hacia la puerta.— ¡Nos vemos mañana!

—¡Hasta mañana!— se despide Joost entre risas.

Vrienden || Joost Klein ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora