Capítulo 17

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Voy abriendo poco a poco los ojos hasta tenerlos al completo. Estoy abrazada a mi hermana y ella me tiene rodeada con sus brazos, así que despacio me voy levantando poco a poco para no despertarla.

Cuando estoy sentada, consigo ver a mi cuñado tumbado en el sofá, completamente despierto y mirando el móvil.

—Buenos días— susurra Elliot con una sonrisa.

—Buenos días— contesto, frotándome los ojos con las yemas de los dedos.— Perdona por robarte el sitio…

—No te preocupes, yo vine algo tarde y no me importó cederte mi sitio— contesta él.— ¿Qué tal dormiste? ¿Por qué pasaste aquí la noche?

—Dormí bien, pasé la noche aquí porque necesitaba hablar con ella— señalo con la mirada a mí hermana.— Nada importante, la verdad, solo necesitaba poner los pies en la Tierra… ¿Qué hora es?

—Las… siete y cuarto— contesta él, mirando su reloj.

—Bueno, ya te vuelvo a dar tu sitio y me voy, que como Noah no me encuentre cuando se despierte, me mata.

Nos despedimos con un pequeño abrazo y yo me marcho para la habitación donde estaba durmiendo mi novio.

Llego a ella en cuestión de escasos minutos y abro la puerta con la llave que me había llevado. Delicadamente, entro en la habitación y me voy a la zona de la cama. Allí estaba descansando Noah, con una cara de angelito que me pareció muy mona. Me acerco un poco hacia él y le doy un beso en la frente, para luego taparlo mejor e irme al baño.

Abro el grifo y dejo caer el agua hacia el plato de la ducha. Me deshago de todas mis prendas y me meto adentro.

Después de asegurarme de que mi pelo y cuerpo están completamente limpios, cierro el agua y salgo de la ducha con una toalla envolviendo mi cuerpo.

Con el secador, me seco el pelo y después, por tener la piel tan delicada, me echo unas cremas por ella y me pongo la ropa interior.

Salgo a la habitación y Noah ya estaba asomado a la ventana, fumándose un cigarrillo. Cuando nota mi presencia, me mira y levanta las cejas repetidas veces:

—Menudas vistas, ardillita— me suelta, haciendo que yo me ría.

Voy hasta mi maleta y de ella saco un pantalón ancho en color negro y un top de un solo tirante del mismo color. Me visto con ello y después me pongo algunos accesorios. Cómo quería ir un poco formal, voy al baño y me hago un moño medianamente apretado (lo que mi desigualado pelo me lo permitía).

—¿Así estoy bien?— le pregunto a Noah, dándome una vuelta enfrente de él.

—Así estás preciosa— me contesta. Apresuradamente, se acerca a mí y me estrecha la cintura entre sus brazos, para luego levantarme y darme unas pocas vueltas en el aire entre risas.— ¿Por qué tengo una novia tan guapa?

—Mmm… no sé, pregúntaselo a mis padres— comento entre risas. Él une nuestros labios en un rápido movimiento y nos echa a los dos en la cama. Sin caer en cuenta, el beso se fue acalorando poco a poco.

—¿Tienes el suficiente tiempo como para volver a visitarnos?— me pregunta, dándome húmedos besos en el cuello.

Giro un poco la cabeza y veo que son las ocho menos cuarto.

—El suficiente tiempo como para una visita rápida— contesto, deslizando mis manos por su espalda desnuda.

—Pues marchando una visita rápida.

.   .   .

Llamo de nuevo a la puerta. Mi hermana, impaciente, chasca la lengua y se aproxima hasta la puerta, para luego darle unos golpes fuertes con la mano abiertas:

Vrienden || Joost Klein ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora