: ₊˚⋆☾⋆⁺ dime que será : ₊˚☾⋆⁺
Después de su conversación reveladora, Sara y Rodrigo decidieron tomarse un día libre para relajarse y divertirse. Optaron por visitar un parque de diversiones que tenía una atracción de autos chocadores, una de las favoritas de ambos desde su infancia.
Llegaron al parque con una energía renovada y una sonrisa en el rostro. La emoción y la alegría eran palpables mientras se dirigían hacia la zona de los autos chocadores.
—Hace bocha que no me subo a los autos chocadores.
—Haber si me ganas sarita. —dijo rodrigo com un tono burlón—
Una vez dentro de la atracción, se subieron a sus respectivos autos y empezaron la acción. Los autos chocadores se movían en todas direcciones, y pronto comenzaron a reír a carcajadas mientras se chocaban y esquivaban a otros conductores.
Sara se reía mientras choca su auto contra el de Rodrigo.
—¡Mirá que te mato, che!—Chúpame la pija sara.
Durante toda la atracción, se divirtieron como chicos, riendo y disfrutando del momento sin preocupaciones ni tensiones. Era como si el tiempo se detuviera y solo existieran ellos dos, compartiendo momentos de pura alegría y complicidad.
Después de varios rounds en los autos chocadores, salieron con las mejillas sonrojadas y sonrisas de oreja a oreja.
—¡Qué buen rato, boludo! Me encantó.
—¡Posta que fue genial! Necesitábamos esto, ¿no?
Decidieron pasear por el parque, disfrutando de otras atracciones y compartiendo momentos de conversación y risas. Hablaron de sus vidas, de sus planes para el futuro y de todas las cosas que disfrutaban hacer juntos.
Al final del día, mientras observaban la puesta de sol desde un banco del parque, Sara y Rodrigo se abrazaron, sintiendo una conexión más fuerte que nunca.
—Gracias por este día. Fue lo más.
—De nada, Sarito. Me encanta verte tan feliz.
Esa tarde, mientras caminaban de regreso hacia el auto, Sara y Rodrigo sabían que este día había marcado un nuevo comienzo en su relación. Habían encontrado la forma de divertirse juntos, de conectarse de manera más profunda y de recordarse mutuamente por qué se amaban tanto.