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: ₊˚⋆☾⋆⁺ dime que será : ₊˚☾⋆⁺
Después de su charla con la Dra. Laura, Sara se sintió más aliviada y con una mirada más clara sobre sus sentimientos hacia Rodrigo. Decidió tomar la iniciativa y arreglar las cosas con él, porque a pesar de todo, lo amaba con todo su corazón y no quería perderlo.
Sara tomó su teléfono y marcó el número de Rodrigo, con un nudo de emoción en la garganta. Cuando él atendió, Sara le dijo que quería visitarlo porque extrañaba al gato de Rodrigo, Barry, y de paso, quería aclarar algunas cosas.
Rodrigo, sorprendido pero feliz de escucharla, aceptó de inmediato y esperó ansioso su llegada.
Al llegar a la casa de Rodrigo, Sara y él se encontraron en la puerta. Hubo un momento de silencio cargado de emociones antes de que Sara rompiera el hielo.
—Rodri, necesitaba verte. Extrañaba tanto a Barry y también... necesitaba hablar contigo.
Rodrigo asintió, notando la seriedad en los ojos de Sara. Ambos entraron a la casa y se sentaron en el sofá, dispuestos a abordar nuevamente el tema que los había mantenido distanciados.
—Rodri, la verdad es que hace poco no tenía la intención de arreglar las cosas, estaba tan confundida y aún lo estoy un poco porque no entendía por qué fuiste así conmigo de la nada empezaste a ser cortante y alejarte de mí sin ninguna explicación, pero después de que fueras a mi casa pensé más las cosas y lo hablé con mi psicóloga y posta te necesito.—dijo Sara entre lágrimas—
rodrigo se abalanzó para abrazarla y depositar un beso en su cabeza
—Sarito, lo siento mucho, sé que no entiendes por qué hice eso, algún día te lo diré te lo juro, pero ahora quiero que estemos bien tú y yo, te amo tanto Sara.
Ambos se abrazaron nuevamente, dejando que las lágrimas fluyeran libremente, expresando sin palabras el amor y la complicidad que compartían.
Mientras estaban abrazados, el teléfono de Rodrigo sonó, interrumpiendo el momento íntimo. Al ver la pantalla, notó que era su mamá. Después de la llamada, Rodrigo tenía una expresión seria pero reflexiva en el rostro.
Esa noche, Sara y Rodrigo durmieron juntos como antes, ambos se sentían reconfortados, se dieron cuenta de esto era lo que necesitaban, que se necesitaban el uno al otro y nada más.
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