: ₊˚⋆☾⋆⁺ dime que será : ₊˚☾⋆⁺
Era un domingo por la tarde y Rodri se dirigía a la casa de Uni para una reunión con sus amigos del stream. A pesar de las dudas, había accedido a que Camila lo acompañara. Sabía que la presencia de Camila podría hacer que las cosas fueran incómodas, especialmente si Sara también estaba allí.
Llegaron a la casa de Uni, una casa espaciosa en un barrio tranquilo. Camila, con su habitual aire de confianza, entró a la casa con una sonrisa, mientras Rodri la seguía con una mezcla de nerviosismo y resignación.
Dentro, ya estaban Uni, Spreen, Goncho, y la novia de Goncho, Flor. Sara también estaba allí, sentada en el sofá, conversando animadamente con Flor. Al ver a Rodri, Sara sonrió, pero su expresión cambió ligeramente al ver a Camila.
—¡Hola a todos! —saludó Rodri, tratando de sonar despreocupado.
—¡Primo! ¡Qué bueno verte! —dijo Uni, levantándose para darle un abrazo. —Y veo que trajiste compañía.
—Sí, ella es Camila —respondió Rodri.
—Camila, estos son Uni, Spreen, Goncho, Flor y Sara.Camila saludó a todos con un gesto de la mano y una sonrisa radiante. —Encantada de conocerlos. Rodri me ha hablado mucho de ustedes.
Sara sonrió de manera educada, aunque Rodri pudo notar una ligera tensión en su mirada.
—Hola, Camila. Es un gusto conocerte.Se sentaron y la conversación comenzó a fluir, aunque Rodri no podía evitar notar cómo Camila intentaba llevar la conversación hacia temas que no interesaban a nadie más, como moda y lugares exclusivos.
—Entonces, ¿a qué te dedicas, Camila? —preguntó Flor, tratando de ser amable.
—Estoy planeando lanzar mi propia línea de ropa —respondió Camila con entusiasmo. —Algo exclusivo y de alta gama.
—Qué interesante —respondió Sara, forzando una sonrisa. —Siempre es bueno tener proyectos propios.
A medida que avanzaba la tarde, la conversación se volvió más enfocada en temas del stream, videojuegos y anécdotas compartidas. Camila, sin embargo, parecía desinteresada y seguía sacando su teléfono para revisar sus redes sociales.
—¿Y ustedes siempre se juntan así? —preguntó Camila, mirando a Rodri. —¿No prefieren hacer algo más... no sé, sofisticado?
La pregunta incomodó a todos, especialmente a Sara, que miró a Rodri buscando una respuesta.
—Nos gusta pasar tiempo juntos de esta manera —dijo Spreen, con un tono de ligera defensa. —Es una buena forma de relajarnos y compartir.
—Claro, claro —respondió Camila, notando la tensión. —Es solo que estoy acostumbrada a otro tipo de reuniones. Pero está bien, me adapto.
Rodri sintió un nudo en el estómago. "Sara nunca haría comentarios así. Ella siempre se adaptaba y disfrutaba de lo simple," pensó, sintiéndose cada vez más incómodo.
Durante la tarde, hubo varios momentos en los que Camila hacía comentarios que parecían despreciar las actividades que los demás disfrutaban. Sara, tratando de mantenerse educada, simplemente sonreía y seguía la conversación, pero Rodri notaba la incomodidad en sus ojos.
En un momento, mientras Sara y Flor conversaban sobre una anécdota divertida, Camila interrumpió.
—Rodri, ¿por qué no me has llevado a esos eventos de streaming que tanto mencionas? Me encantaría ver de qué se trata todo esto.
Rodri forzó una sonrisa, sintiéndose atrapado. —Es que estos eventos son más... específicos para la comunidad. No siempre son tan interesantes para quienes no están en el medio.
—Oh, entiendo. Bueno, podrías intentar incluirme un poco más, ¿no? —dijo Camila, mirándolo con una sonrisa que a Rodri le pareció forzada.
Sara apartó la mirada, fingiendo interés en su bebida. Rodri sintió un dolor en el pecho al ver cómo su presencia afectaba a Sara.
Finalmente, en un momento de silencio incómodo, Camila sonrió y soltó un comentario que hizo que todos se tensaran.
—Sabes, me alegra que tú y Sara ya no estén juntos. Al principio pensé que eran novios, pero ahora veo que te tengo para mí 24/7.
El comentario hizo que la sala se quedara en un incómodo silencio. Sara bajó la mirada, su incomodidad era evidente. Antes de que Rodri pudiera reaccionar, Camila se inclinó y lo besó. Rodri aceptó el beso, pero con una incomodidad evidente, sin saber cómo responder adecuadamente.
—Sí, claro —dijo, forzando una sonrisa y sintiendo un nudo en el estómago.
La conversación se reanudó, pero el ambiente seguía tenso. Después de un rato, Rodri y Camila decidieron irse. Se despidieron de todos y salieron de la casa. El resto del viaje de regreso fue en silencio. Rodri no podía dejar de pensar en Sara y en cómo todo se había complicado.
—Fue un placer conocerlos a todos —dijo Camila mientras salían.
Después de que Rodri y Camila se fueron, los demás se quedaron en la sala, mirándose entre sí con preocupación.
—¿Qué pija fue eso? —preguntó Spreen, rompiendo el silencio.
—No tengo idea —respondió Sara, sintiéndose abrumada. —Es como si de repente Rodri estuviera haciendo todo lo posible por alejarse de mí.
—¿Tú sabes algo, Sara? —preguntó Uni, con genuina curiosidad y preocupación.
Sara suspiró, sintiendo que no podía seguir guardando más sus pensamientos. —No sé exactamente qué pasa, pero creo que tiene algo que ver con lo que casi pasó entre nosotros hace un tiempo. Casi nos besamos y desde entonces, Rodri ha estado evitándome.
—Eso suena complicado —dijo Flor, tocándole el hombro a Sara con cariño.
—Pero, ¿por qué crees que te está evitando?—No lo sé —respondió Sara, sintiéndose vulnerable. —Es como si estuviera tratando de demostrar algo, pero no entiendo por qué me está ignorando de esta manera.
—Rodri siempre ha sido un poco cabeza dura —dijo Goncho. —Quizás no sabe cómo manejar sus sentimientos y está tratando de hacer lo que cree que es mejor.
—Sí, pero me está tratando como la mierda —dijo Sara, con un suspiro profundo. —Estoy cansada de sentir que no sé en dónde estoy parada.
—Vamos a resolver esto, Sara —dijo Uni, dándole un apretón en el hombro.
—Rodri solo necesita darse cuenta de lo que realmente quiere.—Gracias, chicos —dijo Sara, con una sonrisa débil. —Solo espero que todo esto tenga sentido pronto.
El grupo se quedó un rato más, tratando de distraer a Sara y levantarle el ánimo, aunque todos sabían que la situación con Rodri necesitaba una conversación sincera y honesta.