Mala Vida

7

Skara corrió a abrazarme, nada raro en ella.

Me observó bien de un lado a otro, lo que me hizo reír y volvió a abrazarme.

—Gracias a dios que estás bien— dijo —me asusté mucho cuando no te encontré por ningún lado.

Empezó a llorar desconsoladamente y tuve que abrazarla para tranquilizarla.

—Dios, ¿dónde estuviste anoche? nos diste un buen susto— Matt se unió a nosotras —¿qué fue lo que pasó?, pensábamos que te había pasado algo cuando vimos el cuerpo del tipo con el que bailaste bien apaleado y tú no contestabas tu teléfono.

—No lo sé— dije medio asustada, medio confundida —regrese a casa temprano, perdón por no decirles nada, pero se me olvidó y mi teléfono se descargo, ¿apaleado?

—Si, hombre— dijo Matt revisando que todo estuviera bien contigo —parece que lo asaltaron y lo metieron en un contenedor de basura, creímos que estaba muerto, pero sólo lo golpearon.

Realmente no quería pensar en lo que le había sucedido, pero estaba comiéndome las uñas, entramos a nuestro salón y Luz ya estaba ahí, parecía que estaba dormida.

Saque una de mis libretas y arranque un pedazo de la última hoja para escribir:

Necesito hablar contigo.
En el baño.
En el receso.

La puse en su asiento esperando a que la leyera.

—¿Fuiste tú? — pregunté a Luz que estaba recargado en uno de los cubículos del baño —regresaste al bar y golpeaste a ese hombre.

Luz se encogió de hombros y soplo el humo de su tabaco en mi cara.

Fruncí el ceño y me alejé molesta, odiaba el olor del cigarro.

—¿No vas a responder? — apreté los puños harto de su actitud prepotente.

—¿Por qué lo haría? — preguntó con un tono burlón.

—No lo sé, ¿por mi? —me calle tomando en cuenta lo raro que sonaba eso.

Ella sonrió con burla —¿Por ti?, ni que fueras tan importante Ams.

¡Jodida mierda!

Quería gritar, quería golpearlo, quería hacer muchas cosas, pero no hice nada y ella pasó de largo.

—¿Por qué eres tan cruel? — pregunté — no te entiendo Luz, unas veces eres amable y amistosa pero en otra veces eres grosera y venenosa, nunca se qué esperar de ti.

—Ese es tu problema niña— dijo con su tono de voz dura —que esperas algo de mi cuando no deberías hacerlo, eres la única que espera algo de alguien como yo.

—Alguien como tú, ¿a qué te refieres con eso?

—Olvídalo me voy— lo vi salir hecho una furia y quise seguirlo, pero de nuevo, cuando se trataba de Luz había muchas cosas que quería hacer sin embargo no lo hice, nunca las hice.

Porque era cobarde, porque tenía miedo de que me lastimará con una herida que no supiera sanar.