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Dias antes

Corrí por el parque y Luz me atrapó tirándome al pasto y haciéndome rodear.

—No puedes definitivamente hacer declaraciones como esas y salir corriendo.

Me reí tratando de apartarla de encima.

—Quítate, nos ven.

Me miró y paso su mano por mi mejilla — me vuelves loca, ¿es que no te das cuenta?

—¿Y tú a mí?

Le dije y la bese en la mejilla —no que nos estaban viendo— dijo con un tono burlón levantándose y ayudándome a hacerlo también.

Caminamos de regreso a casa, como siempre ella me dejaba unas cuadras antes para evitarnos algunos problemas.

Estaba hastiada de mentir a mamá, pero ella no le dejaba otra opción.

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Regresé sola a casa porque Luz se había quedado tres horas en suspensión castigada, puntos malos de salir con badgirl, que se le va a hacer.

Me encontré con la madre de Luz comprando verduras y con varias bolsas cargando. Supongo que tenía que ayudarla ¿no?, era mi suegra después de todo.

—Señora Noceda— la llamé y ella me miró con una sonrisa.

—Señorita Amity, regresas a casa.

Asentí —déjeme ayudarla— tome algunas bolsas a pesar de su renuencia —vamos no es como que tenga muchas cosas que hacer.

La acompañe hasta su casa, ella miro dentro y me dejó pasar.

—Tengo que revisar que no esté sucio— sonrió planamente —¿no quieres un café o algo?

—No es necesario— dije rascando mi mejilla sin saber que hacer.

—Vamos sin pena, después de todo eres la novia de mi hija— la miré sorprendida porque no sabía que Luz le había contado —Lu me cuenta todo — sonrió —sobre todo habla mucho de ti, me icho antes de que fueran algo, siempre lo hizo ella te adora.

Me sonroje levemente y me senté en una silla esperando el café que estaba preparando.

Platicamos un rato de Luz de su infancia, me mostró algunas fotos y reímos.

Luz apareció en la puerta y me miró, su rostro se frunció rápidamente.

—¿Que haces aquí? — preguntó molesta — ¿por qué está aquí mamá?

—Yo— ella respondió nerviosa —la encontré mientras compraba y me ayudó a cargar las cosas, ya se iba Luz .

No, no me iba, pero preferí no decir nada.

Luz me tomo del brazo apretándome con fuerza, me quedé por el dolor, pero no me soltó.

—Maldición tienes que salir de aqui— me hizo caminar hasta la puerta y abrió, luego vimos a su padre saliendo de su coche, aparentemente algo borracho, él no nos vió y Luz me hizo entrar de nuevo.

—Si pregunta dí que aún no llego— le dijo a su madre y me siguió jaloneando hasta una habitación, entramos y parecía que era suya, no me dio tiempo de observarla, aunque quise porque nos metió a un armario, a ambas

Su respiración era agitada, la mía también, tenía su mano cubriendo mi boca con fuerza y no podía respirar.

Se oían ruidos en la sala, muchos, los podía oír porque la casa de Luz era de solo un piso, la sala y cocina que daba bastante cerca de la habitación.

Después de un rato, esos ruidos de volvieron fuertes, las pequeñas voces de volvieron lamentos y gritos que me hicieron abrazarme a mi misma, mi espalda estaba pegada a su pecho y podía sentir como este subía y bajaba.

Cubrí mis oídos para no oír, no quería hacerlo.

Tuve mucho miedo.







Mala VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora