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Luz arremetió contra su padre, lo tomo por el cuello de su camisa y golpeó haciéndolo caer al suelo y ella encima del hombre.

—¡Infeliz! — grito azotando su cabeza contra el suelo —¿Cómo te atreviste a tocarla?

Me reincorporé apenas logrando sentarme en el suelo.

Luz fue golpeada en el rostro y ahora su padre la tenía contra el suelo ahorcándola y golpeando su cabeza contra el duro piso

Tenía miedo, nunca antes tuve un miedo similar al de ahora.

Gatee por el piso y tome una bolsa que traía Luz buscando algo para poder ayudarla.

—¡Estúpida mocosa!, ¡buena para nada!

Debía dejar de pensar en los gritos porque estaba empezando a marearme. Sólo había naranjas y cebollas en la bolsa, revolví todo

Desesperada porque quería ayudar a Luz tomé una cebolla y la mordí para poder romperla en gagos. El sabor me hizo escupir y llorar

Sin saber exactamente lo que estaba haciendo aferré los pedazos de cebolla a mis manos y me aventé contra el hombre de espalda frente a mi llevando mis manos a su cara y tallándolos en esta

Grito llevando sus manos a la cara y después empujandome, caí a lado de él y de Luz

—¡Qué rayos! — gritó.

Luz trató de reincorporarse sin éxito porque estaba apresada en el piso debajo del cuerpo de su padre

—¡Ya dejala en paz! — escuché a Luz y luego.

Solo vi sangre y al hombre caer en medio de nosotras

Sin vida.

—Mierda, lo maté— dijo Luz mirando sus manos que temblaban —mate a papá

Me levanté cómo pude —No— le dije, aún estaba en shock pero no podía dejar que Luz cargará con esto sóla.

Nadie creería que fue defensa propia, la gente ya hablaba mierda de Luz, no podía permitir que le dieran más razones

Arranqué la navaja clavada en el cuello de su padre y termine de cortarla llevándome de su sangre —yo lo hice, Lu, yo lo maté.

—No Ami, ¿qué has hecho?, te culparan — se levantó y tomó mis manos, las suyas estaban temblorosas.

Sonreí planamente y hundí mi rostro en su pecho, lloré, porque los días buenas habían acabado.

Metimos algunas cosas en una mochila y nos abrigamos bien

Las dos salimos de la habitación y le entregué la carta que había escrito a mi madre a la señora Camila que aún seguía llorando por ver a su esposo muerto

No le decía mucho a Mamá solo le repetía que la quería y que no me arrepentía de nada, le pedí perdón por desobedecerla y le dije que buscaría la manera de mantenernos en contacto, le expliqué lo sucedido, le expliqué que había sido yo quién lo habia asesinado, le pedí que quemará la carta después de leerla

Que, si todo salía como lo había planeado horas antes, probablemente la vería mucho antes.

Salimos de la casa de la señora Noceda, ella había prometido llamar a la policía al día siguiente para que se llevarán el cuerpo y darnos tiempos a nosotras

Me acurruque en el pecho de Luz.

—Todo estará bien— le dije y tome su mano para darle un beso —no te lo había dicho antes Luz

Ella me miró pasando su mano por mi cabello cómo siempre hacia y nunca quería que dejara de hacer

—Que...

—Que confío en ti, que siempre estaré a tu lado en las buenas y en las malas, que te entrego mi vida por la razón más simple y a la vez compleja de todas, porque te amo

Luz me abrazó más fuerte —igual te amo, eres mi vida entera Amity.




Mala VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora