Desperté adolorida por haber dormido en el sillón, pero demasiado cálido rodeada de los brazos de Luz.
Me arrime más en ella hasta que después de un rato también despertó.
Ambas nos levantamos y fuimos hasta la cocina por un poco de sopa y arroz con leche que habían sobrado del día de ayer.
Encendimos de nuevo la televisión y hablamos de cosas triviales, jugamos las cartas y damas chinas, después nos acurrucamos de nuevo en el sillón.
Cuando me dí cuenta ya eran las cinco de la tarde.
—¿No tienes hambre? — pregunté —puedo intentar hacer algo.
—Mejor pido pizza— dijo tomando su teléfono y yo me moría por pedirle su número —ya lo hice— regresó y se sentó a mi lado con la cabeza recostada en el sillón, mirándome, sonrió y paso su mano por mi mejilla —eres tan bonita.
Me sonroje ligeramente y deje que me tocará, mi mano se movió hasta tomar la suya.
—Luz.
—¿Eres tan amable siempre?, tengo miedo de que alguien te haga daño, pero tengo mucho más miedo de que ese daño lo provoque yo.
—No lu, tu jamás vas a hacerme daño, lo sé, siento que puedo confiar en ti, que puedo darte mi vida y la tomarás como si fuera lo más preciado, Luz ya no te contentas conmigo, ya no trates de apartarme.
Me jaló con fuerza abrazándome, hundiendo su rostro en mi cuello y besándome ahí ligeramente.
Me estremecí contra ella —Lu... Luz, hazlo— dije cuando empezó un camino de pequeños besos de mi cuello hasta la camisura de mis labios, me moví para juntarlos hasta lograr que sus belfos chocarán contra los míos, los abrí ligeramente probando sus labios, Luz se unió a mi ritmo besándome suavemente y con cariño.
Una y otra vez, no podía dejar de besarla, no podía dejar de sentir el calor de sus labios contra los míos.
Nos separábamos sólo para mirarnos y nos volvimos a besar.
El timbre sonó e hice un puchero, fui hasta la puerta y tome el dinero que Luz me dio, recogí las pizzas y pague al hombre además de darle algo de propina.
Dejé las dos cajas en la mesa y salí a comprar algunas bebidas gaseosas.
Cuando regrese Luz ya estaba comiendo.
Hice un puchero, pero ella solo río y palmeó sus piernas.
Siéntate conmigo, camine y me acomodé entre sus piernas nerviosamente, Luz me abrazó y empezó a comer detrás de mí.
La pizza estaba deliciosa, pero no más que los labios de Luz y la sensación de sus brazos rodeándome.
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Mala Vida
Fanfiction"No te acerques a ella, es mala" Amity lleva años escuchando lo mismo y Luz nunca le a causado algún daño. Todos los créditos a @KEKOSAS Adaptación Lumity Personajes de Dana Terrace G!P