Bajo El Oasis

196 17 13
                                    

No podía creer que hubiera accedido a aquel encargo. Maldecía internamente su mala suerte mientras trataba de racionar las fuerzas que le quedaban hasta el próximo punto de descanso.

Mientras caminaba podía ver delante suyo el largo abrigo del escriba quien caminaba a un paso uniforme, lo suficientemente lento como para no agotarse bajo el sol del desierto, pero a un paso prudente para avanzar sin perder tiempo y a la vez para acortar la distancia.

"Hasta sus estúpidas pisadas parecen perfectas"

Kaveh trataba de no pensar en el cansancio y tampoco en su situación actual, pero le era imposible.

¿Un encargo de la academia en medio de ruinas del desierto y junto a Alhaitham?

Cuando le ofrecieron el encargo pensó rotundamente en rechazarlo, incluso si la paga era buena no estaba de acuerdo en volver a trabajar con alguien a su parecer tan testarudo y carente de empatía, ya suficiente tenía con soportarlo en casa. Pero no tuvo corazón para negarse al oír los detalles del trabajo.

Necesitaban remodelar una duna con ruinas en medio del desierto para destinarlo a un espacio comunitario gratuito para que viajeros, comerciantes y familias puedan pasar la noche, descansar, leer algo e hidratarse en viajes desde el bosque a la Aldea Aaru.

Kaveh no podía decir que no a una iniciativa tan noble, por lo que quiso ir en persona a estudiar el terreno para poder diseñar en base a la composición de color, forma y coherencia visual de acuerdo a la estética del lugar.

Para su suerte, también se requería de la presencia del escriba en terreno para documentación de la semiología de las ruinas antes de su intervención y el registro del proceso de restauración para posteriores proyectos de recuperación de espacios urbanos del desierto.

A lo lejos divisó un gran charco de agua, tal vez sólo era un espejismo, no quiso hacerse ilusiones pero llegado a ese punto su cuerpo dejó de responder debido a la falta de hidratación, por lo que sintió un fuerte mareo seguido de un punzante dolor de cabeza.

Una vez que abrió los ojos intentó reponerse para seguir su camino, pero ya no estaba a la mitad de la nada, se hallaba recostado bajo la sombra de un par de palmeras junto a un gran lago en medio de un oasis. El sol había cambiado de posición, lo que a simple vista notaba dos horas de diferencia a cuando se desplomó.

Levantó la mirada y vio nuevamente la espalda de esa molesta persona, sentado frente al agua, esta vez no llevaba su capa habitual. Trató de acomodarse y notó que la prenda se encontraba sobre el árbol tapando el paso directo al sol.

¿Acaso ese era un acto de preocupación?

Se preguntó Kaveh para sí, pensar que Alhaitham había tenido un acto de consideración hacía él le hacía sonrojar. No, claramente su rostro ardía por el clima desértico.

—Ya era hora que despertaras—Habló volteando la cabeza—¿Te encuentras bien?

—¿Yo? Si-si, bien y....

—Andando entonces—Dijo Alhatiham poniéndose de pie—Aún falta camino

Kaveh lo suponía, no había tenido momento de empatía ni había hecho una buena obra, sólo estaba interesado en llegar a destino. Reaccionó molesto aunque en el fondo sólo se sentía decepcionado.

—Si vas a tratarme así entonces... ¿Por qué no me dejaste tirado en la arena?

—No seas dramático, si estás con energía para discutir entonces levántate, hay que continuar

—Creo que es mejor quedarnos aquí—Kaveh se cruzó de brazos—Pronto va a anochecer y estoy muy cansado

—Mientras antes partamos antes llegaremos a destino—Agregó Alhaitham mirándolo sobre su flequillo—Este oasis no luce muy seguro

Floreciendo desde el corazón ✿ HaiKaveh ✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora