Por la mañana Alhaitham notó todo demasiado tranquilo. Incluso la cocina estaba intacta tal y como la dejó la noche anterior. Temía que Kaveh hubiera tomado de más en un impulso y que le hubiera pasado algo por lo que fue a su cuarto para ver cómo se encontraba. Y aunque no planeaba disculparse porque estaba seguro que no dijo o hizo nada malo, si dejaría su molestia de lado ya que su preocupación era aún mayor.
Pero al entrar a su habitación tras tocar la puerta notó que Kaveh no se encontraba. Su cama estaba intacta como si no hubiera pasado la noche allí. Se acercó a inspeccionar la habitación, tal vez estaba del otro lado durmiendo ebrio en el piso, pero nada.
Solo vió un caballete con un lienzo a medio terminar. En el cuadro se podía ver que había hecho una pintura de ambos tomados de las manos con la ciudad de Sumeru de fondo. Sobre ese hermoso dibujo había una equis enorme con acrílico rojo aún fresco. De seguro aquella marca la hizo la noche anterior después de la pelea y antes de desaparecer.
—Era un cuadro tan hermoso—Murmuró Alhaitham—No lo debiste descartar, al igual que nuestra relación
Dicho esto el escriba se dispuso a salir a buscar a Kaveh. Pensó que de seguro salió a tomar aire molesto pero no regresó a casa por los peligros de las afueras de la ciudad. Aunque era consciente de que Kaveh era fuerte y capaz de cuidarse solo, su visión no lo hacía inmune a los ataques de monstruos poderosos tales como Mitachurls o incluso maquinaria de las ruinas.
Tomó sus llaves, su arma y salió a buscarlo a los lugares que sabía que Kaveh frecuentaba cuando sus emociones lo controlaban. Trazó en su mente una ruta eficiente para poder buscarlo y encontrarlo a salvo.
Primero fue a la biblioteca de la casa de la daena, preguntó pero nadie lo había visto. Aprovechó de avisar a la matra sobre la situación: que el arquitecto luz de la escuela de tecnología había desaparecido.
Luego partió rumbo al palacio Alcazarzaray pero tampoco lo habían visto las personas del lugar. La magnate Dori se acercó al oír que el escriba preguntaba por el arquitecto, y con una amplia sonrisa lo fue a interceptar antes de que se marche.
—Jeje vaya vaya si es el mismismo escriba
—Déjate de juegos, estoy ocupado
—Ah pero yo podría darte información sobre la persona que buscas
Alhaitham se cruzó de brazos y la miró en silencio, la magnate sonrió y se acomodó sus gafas
—¡Claro que podría decirte, pero por un precio!
—No es necesario
—¿Seguro que no quieres mi ayuda para encontrarlo?
—A juzgar porque te acabas de ajustar las gafas mirando hacia el suroeste se que me dirás que busque en Puerto Ormos
—¡Que, pero! Aah lo has descubierto
—Además, antes de que construya tu palacio su currículum ya tenía la renovación del faro y del puente de dicho lugar ¿Me equivoco?
—Bueno yo... jejeje
—Ahorrate los comentarios, iré de inmediato a esos lugares
—Vaya que eres un genio escriba Alhaitham
—Sólo soy un débil académico que busca a otro por motivos que no te incumben, nos vemos
Alhaitham se volteó y caminó hasta las afueras del palacio bajo el río para tomar un barco hasta el lugar atravesando la aldea Vimara. Era una ruta un poco más costosa pero rápida que ir en caravana. Debido a su independencia financiera no era un problema pagar un poco más en transporte rápido y seguro con tal de encontrar a Kaveh a salvo.
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Floreciendo desde el corazón ✿ HaiKaveh ✿
FanfictionKaveh y Alhaitham no se llevaban del todo bien y ya era suficiente para ellos ser roomies, ahora además tendrían que colaborar en un proyecto del desierto, pero tras un accidental beso bajo las ardientes arenas comienzan a florecer los sentimientos...