No debo meterme en problemas, no debo meterme en problemas...
Murmuraba Kaveh para sí mismo mientras caminaba por las calles de Sumeru apretando sus manos y dando fuertes pisadas en dirección a la taberna de Lambad. Ya caía la noche y tenía un desacuerdo con un cliente por la gestión territorial de la zona donde se llevaría a cabo el proyecto. Pero no podía pelear o discutir con él erudito que le dio el encargo.
Aunque Kaveh tenía su propio concepto para el diseño urbano de aquel trabajo para que sea innovador, artístico y viable cuidando los recursos naturales de los bosques aledaños a la ciudad de Sumeru su empleador insistía con predominar los recursos financieros para generar un análisis en el crecimiento de la población. Kaveh tenía mucha energía para discutir pero prometió no hacerlo, así que al finalizar la jornada laboral se fue regañando en dirección al local de bebidas y comida que frecuentaba.
Al llegar a la taberna se sentó en el lugar de siempre, pidió su trago habitual y se recostó sobre la mesa mientras comenzaba a emborracharse de a poco.
Kaveh ya estaba cansado de tener ese tipo de clientes y agobiado con tanto cambio. Por más que hiciera diversas propuestas siempre sus clientes terminaban eligiendo la más fea y luego exigiendo cambios para que quede como las propuestas hermosas que sugirió desde un comienzo.
La etapa de diseño y desarrollo urbano era indispensable para el crecimiento de la población de Sumeru sin pasar a llevar su naturaleza. Por lo general presentaba propuestas sólidas y flexibles para dar valor a la zona urbana respetando la naturaleza de la nación dendro, pero su trabajo perdía eficacia al centrarse en un plan financiero que predomina netamente en la ganancia monetaria y ahorro de materiales para la etapa de construcción pasando a llevar así el medio ambiente y quitando del diseño base de la estructura a construir todo componente ornamental y artístico del proyecto.
Pero mientras Kaveh se perdía en sus lamentos mientras se ahogaba con aquel néctar del olvido, Alhaitham estaba en casa esperando su llegada. Pasaban las horas y aún no daba señales de vida, por lo que supuso que estaría desahogando sus problemas del trabajo con el alcohol.
El joven de cabellos plateados cerró su libro, se paró del sofá, se colocó su capa y caminó hasta la puerta de la casa tomando sus llaves para salir a buscarlo. Como siempre, lo vio sentado en su puesto habitual mientras tiraba su torso sobre la mesa cubriendo su rostro entre sus brazos. Alhaitham suspiró y caminó hasta el lugar, pero notó que a diferencia de otras veces que se bebía la botella entera, ahora solo había sacado aproximadamente dos copas y su bebida actual yacía a su lado prácticamente llena.
No había bebido tanto como de costumbre y aún así lucía deprimido.
—Kaveh, vamos a casa—Susurró con discreción— Antes de que bebas más y pierdas el sentido
—No déjame aquí—Dijo levantando su brazo—No soporto más ese cliente idiota
—Olvidalo por hoy—Respondió el escriba—Descansa en casa
—Tss no he bebido tanto, ni siquiera tengo ganas de eso—Respondió levantando la mirada—Creo que lo mejor será pagar la cuenta y seguirte
—¿Puedes solo?
—Si puedo—Agregó Kaveh—Pero de todos modos me gusta que me cargues
—Bien, iré a pagar y te llevo
—No, esta vez puedo costearlo Hayi...Ah, ALHAITHAM
Dijo Kaveh mirando a ambos lados preocupado de que alguien lo haya visto u oído llamando de forma amorosa a Alhaitham, este suspiró cerrando los ojos para formular una pregunta
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Floreciendo desde el corazón ✿ HaiKaveh ✿
FanfictionKaveh y Alhaitham no se llevaban del todo bien y ya era suficiente para ellos ser roomies, ahora además tendrían que colaborar en un proyecto del desierto, pero tras un accidental beso bajo las ardientes arenas comienzan a florecer los sentimientos...