Memorias Guardadas

133 18 12
                                    

Alhaitham había terminado su parte del día, iría a descansar hasta el día siguiente y leer un poco en la estancia del desierto en la cual se hospedaba. Tomó el libro que había dejado la tarde anterior, abrió la página correspondiente y con mucho cuidado sacó su separador de página, el cual era un objeto muy preciado para él.

Era una fotografía de su infancia resguardada con una pequeña funda, en la cual estaba junto a Kaveh viendo el atardecer a la entrada de la academia de Sumeru, con las montañas de fondo reflejadas en el agua fundirse con los pigmentos anaranjados del atardecer.

Sonrió al ver la foto, en ese entonces tenía ocho años y seguía a todos lados a Kaveh para evitar que se lastime o se meta en problemas. A pesar de ser su superior en ese entonces, Kaveh siempre estaba metiéndose en líos y era Alhaitham quien lo resguardaba a pesar de ser más pequeño.

Recordó que ese mismo día los habían castigado por meter zorros a la academia porque según Kaveh "Pobrecitos, no tenían hogar" y tras pasar la tarde limpiando la bodega de tecnología, Kaveh tomó un Daguerrotipo y salió a capturar bellas fotografías a las afueras de la academia para luego dibujar con referencias, en eso fue que le pidieron a un chico aparentemente de su edad que les tome esa foto.

Tres golpes a la puerta lo sacaron de su recuerdo, guardó la fotografía en el mismo libro y se paró a abrir, sea quien sea no era prudente dejarlo esperando con tanto calor a ese punto de la tarde, incluso la manilla de la puerta quemaba al tacto.

—¡Ah no!, tiene que ser una broma...

—¿Kaveh?

—¡El mismo! No puede ser, el supervisor me dijo que esta sería la habitación en la que me iba a quedar, pero estás tú...

Kaveh se cruzó de brazos y miró a Alhaitham con el ceño fruncido.

—Se supone que tú plazo de trabajo comenzaría hasta dentro de dos días—Explicó Alhaitham— Para ese entonces debo estar de regreso en la academia

—Me llamaron antes, tuvieron un problema con los proveedores de madera y me necesitaban para un re diseño de propuesta

Ambos se miraron en silencio sin moverse. Kaveh no quería admitir que estaba feliz de volver a verlo. Alhaitham por su parte no era capaz de reconocer de que le alegraba aquella coincidencia. En eso uno de los administradores lugareños de la aldea, un hombre de edad avanzada, se acercó a la puerta muy apenado.

—Les ruego nos disculpen, con el imprevisto del cargamento de materiales perdidos han venido a terreno todos los colaboradores del proyecto y nos quedamos cortos de espacio—Se disculpaba el hombre mayor—Nos dijeron desde la academia que el escriba y el arquitecto colaboraron juntos hace mucho así que les asignamos el mismo cuarto, de verdad lamento si es una molestia para ustedes

Alhaitham no dijo nada, la verdad poco y nada le importaba ya que entendía que era un imprevisto y también estaba acostumbrado a la presencia de Kaveh, y por supuesto las apariencias no eran algo trascendental para él. Kaveh es quién podría molestarse, pero ver al anciano deshacerse en disculpas muy apenado le hizo sentir culpable.

—No se preocupe señor, no es molestia—Dijo Kaveh sonriendo mientras entraba–Solo hace su trabajo, usted disculpe por tener tanta recarga de huéspedes de la academia

—Gracias por entender jóven, aquí tiene la llave, no la pierda

—Ya escuchaste Kaveh

—¡Cállate Alhaitham!

Una vez que ambos estuvieron dentro notaron lo pequeña que era la habitación. Había apenas una cama mediana, un sillón individual junto a la ventana, una mesa de madera al lado de una estantería polvorienta y el resto del cuarto cubierto en su totalidad por alfombras. El calor podía sentirse intenso y el sol pegaba directo en la ventana justo en el punto de las 15:30.

—Hace calor aquí  ¿Cómo es que no te estás derritiendo vestido de negro?

Preguntó Kaveh quien estaba sentado a la orilla de la cama con su cuaderno de bocetos junto a su maleta ayudante, Mehrak. Alhaitham estaba a solo centímetros en el sillón individual tratando de leer, usar sus audífonos con ese calor solo le provocaría un dolor de cabeza.

—Para qué viniste si sabes que hace calor

—A lo mismo que tú, vengo a trabajar

—Entonces trabaja en silencio.

Kaveh hizo un puchero, Alhaitham le dio la espalda, la verdad es que ese puchero le pareció muy adorable por lo que prefirió desvíar la mirada de regreso a su libro, pero un par de párrafos más abajo fue interrumpido.

—Oye tú tenías la foto ¿No sabes cuanto la busqué en la casa?

Cuando Alhaitham se dio vuelta para responder, vio a Kaveh con su torso completamente desnudo mientras usaba su camisa sobre la cabeza y su capa para tapar el sol a Mehrak.

—¿Qué haces?

—Trabajo en los materiales ¿Por qué?

—No, ¿Por qué estás?....tú...

Alhaitham estaba sonrojado y muy nervioso. Hace mucho que no veía a su compañero de esa forma, incluso cuando lo cargó por el desierto hace unas semanas se quitó su propia capa para evitar desvestirlo. Ahora estaba sin palabras al apreciar el delgado y levemente marcado cuerpo de Kaveh, y el calor del desierto no estaba ayudando mucho.

—¿Qué te pasa Alhaitham?—Preguntó Kaveh sin captar—Ya se, todo lo que hago te molesta, bueno, si quieres me voy a hacer mis bocetos afuera, así como me mandas fuera de tu casa

—No es eso...

Alhaitham no soportó mucho y se acercó un poco, levantó sus dedos y los pasó subiendo por su pecho y luego pasó la otra mano bajando por su espalda

—¿Alhaitham qué haces?

Tragó profundo y se acercó suavemente a su oído

—Kaveh...tú

—¿Hmm?

—Kaveh tú... !No has estado comiendo nada desde que salí! ¿No es así?—Dijo Alhaitham con seriedad—Te la pasaste trabajando focalizado olvidando tus necesidades básicas

Kaveh sintió el calor de su cuerpo bajar como si fuera un balde de agua fría. Se habrá hecho ilusiones de otra cosa, por suerte logró aguantar sus gemidos. Nuevamente se llevó una gran desilusión, pero a esas alturas ya estaba acostumbrado viniendo de Alhaitham, aún así, le dolía mucho como jugaba con él.

Pero para Alhaitham no era un juego, estuvo a punto de dejarse llevar por el cuerpo del contrario, a sólo un toque de caer ante el calor y dejarse llevar, pero el notar lo delgado que estaba le preocupaba mucho, no quería que nuevamente tenga problemas de salud pero no era bueno para comunicarse, ni tampoco para dar indirectas por lo que ante ese calor no solo fracasó en su intento de coqueteo, si no que también la preocupación por la salud de su roomie fue captada por éste como otro regaño más.

Y como de costumbre, hubo otra pelea.


・ :* . ⌒✧─── ✿───✧ ⌒. *: ・


Pido perdón si tiene algún error de ortografía, estoy actualizando desde el teléfono en la clínica esperando que me llamen, así que no le pude echar una revisadita, cualquier cosa me dicen con harto respeto para poder ir mejorando.

Nuevamente gracias por seguir esta obra, me hace feliz poder compartir aquí esta historia que hago con mucho cariño.

¡Que tengan una buena tarde!

Floreciendo desde el corazón ✿ HaiKaveh ✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora