Floreciendo desde el corazón ✿ HaiKaveh ✿

Inseguridad

Alhaitham había salido más temprano que de costumbre a la academia ya que durante el viaje de trabajo al desierto dejó varios pendientes. Kaveh se levantó a preparar el desayuno pero no solo lo encontró listo llegar y servir, si no que también vio una nota junto a éste.

"Kaveh"

Sólo eso, su nombre nada más, cortante como de costumbre, pero era él suficiente ese gesto viniendo de Alhaitham. Comió en silencio mientras revisaba planos con ayuda de Mehrak y luego de cambiarse de ropa y lavar sus dientes se dispuso a salir a encontrarse con un posible cliente, un maestro de la escuela de Ilusionismo quien elogió su trabajo durante la remodelación de las ruinas y le había citado a una reunión en las dependencias cercanas a la academia.

Camino a la reunión se encontró a alguien conocido, muy conocido, quien como de costumbre iba al lado de su fiel compañía parlante.

—¡Oyeee Kaveh!—Sintió la aguda voz llamándole

—Hola Viajero, Paimon—Se volteó a saludar—¿Qué hacen aquí?

—Hoy nos tocó hacer las misiones en Sumeru—Respondió el hada

—¿Nos tocó?—El viajero se cruzó de brazos—¡yo hice todo el trabajo!

—¡Oye! Flotar indicando el camino también es trabajo—Regañó la pequeña—Deberías dar más crédito a Paimon y disculparte con una comida deliciosa

Kaveh rió al ver lo bien que se llevaban. Aún era temprano pero parecían con mucho ánimo, de seguro la vida de los aventureros era mucho más activa y no permitía tiempos para parar a deprimirse, o eso pensaba él.

—¿Ya terminaron sus misiones?—Preguntó Kaveh—Tengo una reunión, podríamos beber algo luego de eso, si tienen tiempo

—Si, ya cobramos la recompensa con Katherine—Dijo Paimon—Aunque no solo vinimos por eso, hay otro asunto aquí

Kaveh se cruzó de brazos y los miró con curiosidad.

—¿Otro asunto?

—Estábamos buscando a Alhaitahm—Respondió el viajero—Le traje un regalo desde Fontaine

—¿Tú no sabes dónde podrá estar?—preguntó Paimon—Llevamos un rato buscando por su casa, en la academia y...

—¿Y que voy a saber yo dónde está ese?—Habló Kaveh a la defensiva—Se la pasa de aquí para allá, haciéndose el misterioso para que la gente no lo encuentre ¡ama hacer eso! Tal vez hasta finge estar muy ocupado para no hablar con nadie 

—Pensé que tú podrías saber dónde está—Dijo el viajero—Cómo viven juntos y...

—¡Lo que faltaba! Ahora me meto en sus problemas por eso también—Kaveh bajó la mirada —Lo siento, no debí hablarles así... ¡Pero es que ese hombre me desespera!

—Descuida, el Viajero y Paimon lo entienden—Respondió el hada—Ese Alhaitham si es muy odioso, pero a Aether se le ocurrió traerle un obsequio desde Fontaine de todos modos

—¿Y por qué no me lo dejan y se lo entrego?—Preguntó Kaveh—Me imagino que tienen más cosas que hacer, no pierdan su día tras él

Paimon sonrió dando un gesto de agradecimiento, pero el viajero negó con la cabeza y suspiró.

—Quisiera dárselo en persona y hablar con él de un asunto importante—Dijo Aether despidiéndose—Bueno nos vemos, seguiremos buscando 

—Oye Paimon tiene sed ¿Y la invitación para beber algo?—Preguntó—¿Acaso no iremos con Kaveh aunque sea por un jugo de slimes?

—Será para la próxima vez Paimon, cuídate Kaveh, suerte en tus proyectos

No le tomó mucha importancia, la verdad se alegraba de haberse topado con sus viejos amigos pero, cuando los vio partir, notó que el viajero llevaba consigo un obsequio envuelto y también un ramo de flores. Negó con la cabeza para alejar ideas absurdas de su mente.