La Gran Deuda

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Ya llevaban una semana desde que iniciaron su relación de manera formal, aún no le habían contado a nadie ya que Kaveh deseaba esperar el momento adecuado para decirle a sus amigos y Alhaitham no suele hablar de su vida privada.

Cada mañana Alhaitham preparaba un desayuno para compartir juntos y el almuerzo para llevar, dejaba una ración para que Kaveh no se salte la comida al trabajar en casa, mientras que su ración la guardaba para comerla en su oficina mientras leía en sus ratos libres para fingir estar ocupado y no ser molestado.

Al separarse ambos se despedían con un beso.

Kaveh regresaba a su habitación para avanzar en el proyecto del observatorio; un día se durmió la tarde entera, otro se puso a procrastinar leyendo los libros de la casa, algunos días si tenía tardes productivas, pero terminaba muy cansado.

La rutina se había vuelto bastante calmada, Alhaitham llegaba del trabajo, Kaveh lo esperaba con la cena y se sentaban juntos, tomando sus manos o solo mirándole con dulzura mientras el arquitecto le platicaba de cómo estuvo su día y el escriba lo miraba completamente enamorado.

Cada tarde, durante esa semana, las conversaciones eran variadas pero aunque Alhaitham se limitaba a escuchar y rara vez responder, estaba feliz de esa dinámica que había surgido de manera espontánea que se repetía a diario, porque era agradable compartir con Kaveh sin que esté gritando o quejándose de cosas sin sentido.

Pero cierta tarde, una conversación trivial del día cotidiano de Kaveh desató en algo más grande, su primera pelea.

—Bueno Haitham, hoy hice tres propuestas para el análisis estructural—Kaveh explicaba a su novio—Pero al final nos quedamos con el primero

—¿Entonces terminaste temprano?

—No, aún me faltan cosas pero buscando información de la fauna del lugar para no invadir su hábitat con la construcción me encontré algo muy curioso

—Ah

—¿Sabías que antiguamente el Pájaro Crepuscular podía imitar la lengua de los humanos? —contaba Kaveh animado—¿No sería genial tener uno de esos? En realidad quisiera que adoptemos una mascota

—No, contigo hablando todo el día me basta y sobra, tampoco me agrada la idea de traer animales a la casa

—¿Por qué no? Yo me haría responsable de cuidarlo, alimentarlo y limpiar sus caquitas

—Kaveh, apenas puedes con tu trabajo y tus deudas, si además adoptas una mascota, no tendrás tiempo de cuidarla, a penas y te cuidas a medias

—¿Es acaso que no te gustan las mascotas? ¿O estás celoso de que le daría más atención a un animalito que a ti?

—No es eso, una mascota es una responsabilidad, ¿De donde sacarás para comprar su alimento si apenas te alcanza para el tuyo?—Explicó Alhaitham—¿Acaso has pensado qué harás si enferma?¿Cómo costeras su veterinario o las vacunas? ¿O quieres abusar de la buena fe de Tighnari?

—No te burles de mi

—No me burlo, quiero que entiendas que en este momento no puedes tener una mascota, tu trabajo no lo permite por tiempo y tampoco tienes los medios para mantenerla

Kaveh bajó la mirada y jugueteó con su plato.

—No es justo, siempre que quiero hacer algo está esa maldita deuda que me hace sentir humillado—Golpeó la mesa y suspiró para no llorar—No me dan el puesto fijo como maestro en Kshahrewar por tener una deuda, no puedo optar a crédito en la tienda de insumos y materiales por la deuda, para peor te debo la renta

Floreciendo desde el corazón ✿ HaiKaveh ✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora