Parte 3

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Así fue como María y Magnus terminaron en uno de los refugios de palacio, según María, ella se había desecho de Angelina, quedando nada más los guardias, Magnus y ella en esa habitación subterránea

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Así fue como María y Magnus terminaron en uno de los refugios de palacio, según María, ella se había desecho de Angelina, quedando nada más los guardias, Magnus y ella en esa habitación subterránea. Ahí fue donde el pequeño Magnus expreso su dolor al no tener a su padre junto a él, temiendo de que este también muriera en campo de batalla, también expreso su descontento al pensar que su padre prefería morir que estar junto a él, donde Magnus extrañaba a aquel hombre que Lorenzo era antes, pero desde la desaparición de Isabella, su padre solo deseaba la muerte, quedando así Magnus en segundo plano.

— Lo siento, madre, pero tengo que ir a verle... — dijo el adolescente ya decidido, sin importarle las objeciones de su "madre".

Y así salió de la habitación, llevando con él a los guardias, aunque el joven ni siquiera se dio cuenta que estos iban detrás de él.

"— Se que mi padre me ha ignorado todos estos años, sé que ya ni siquiera me recuerda... pero no puedo... no puedo dejar que muera en esta batalla... " — pensó con melancolía, tragándose el nudo que empezaba a formarse en su garganta.

Pensó en el sin número de ocasiones que tuvo con su padre, como aquellos días de campo cuando su madre y sus hermanas aún vivían y lo distinto que Lorenzo era en aquel entonces, pensó también cuando su padre solía llevarlo a cabalgar junto con sus hermanas al campo, el sonido de sus risas, y Lorenzo expresando lo orgulloso que estaba de el cuándo lograba atrapar algún animal silvestre para la cena. Todo cambio tan drásticamente que ni siquiera se dio cuenta de ello. Ya ni recordaba como habían sucedido las cosas, solo sabía que, para su padre, su presencia era inexistente, ya ni siquiera lo notaba, posiblemente ya ni siquiera recuerda que tiene un hijo.

"— Necesito hacerle ver la verdad... necesito salvarle del llamado de la muerte" — siguió diciendo en sus adentros, mientras una lagrima escapaba.

Así fue como aquel adolescente siguió su trayecto con valentía, queriendo recuperar el tiempo perdido con su padre, pero primero tenía que enfrentarse a los obstáculos que habían en su camino, no es lo mismo simular una batalla que vivirla, y Magnus aun no estaba preparado para eso... su corazón está latiendo erráticamente, la carrera lo tenía agotado y con sus músculos adoloridos, pero no se detuvo, no se dio el lujo de dejarse vencer, no era tiempo de dejarse influenciar por sus temores.

"— Valiente no es aquel que no le teme a nada... valiente es aquel que se enfrenta a sus temores, aunque por dentro muera de miedo" — se animó así mismo mientras corría por aquellos túneles.

Mientras esto sucedía, Leónidas e Isabella buscaban la forma de sacar a Angelina, el rey había enviado a la joven con uno de sus escoltas, aunque Isabella se sentía también preocupada por su amiga. 

— ¿Desea la reina ir con ella? — le pregunto de manera amable. Pero sin dejar su rostro de seriedad y formalidad.

— Desearía poder ir con ella... — murmuro — Es mi amiga y deseo poder ayudarla, pero mi esposo e hijo necesitan de mi... — dijo un poco más fuerte.

Vestigios Nocturnos:  (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora