Parte 4

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Aquella escena entre madre e hijo fue conmovedora, el rencuentro de ambos después de tanto tiempo separados será algo que marcará la historia

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Aquella escena entre madre e hijo fue conmovedora, el rencuentro de ambos después de tanto tiempo separados será algo que marcará la historia.

— ¡Mamá! — expresó el joven con gran alegría. Hasta sentía su corazón latiendo en su pecho de manera fuerte y enérgica, como si se le fuese a salir del pecho debido a la dificultad de mantener su emoción ahí adentro, su ser estaba regocijado al fin.

— ¡Oh, Magnus, hijo mío! — dijo con voz quebradiza. 

Ambos de abrazaron y lloraron por la emoción. Magnus, quien desde hace mucho tiempo intento no mostrar su tristeza para no perjudicar a nadie en el castillo, por fin pudo llorar y soltar todo aquello que lo estaba consumiendo día a día, pero ahí, en los brazos de su madre todo parecía mejorar. Durante mucho tiempo pensó que jamás volvería a verla, y que la única manera de encontrarla otra vez seria llegando a la otra vida, ahora ya no tendría que recurrir a eso.

— La he extrañado mucho... — expresó entre llantos y sollozos — Pensé que jamás volvería a verla, madre...

— Lo sé, mi pequeño, yo también deseaba con toda mi alma volver aquí y verle otra vez... y no sabe cuánto me arrepiento de no haber sido más valiente y firme durante mi mandato... es mi culpa que llegáramos a esto. — dijo con culpa — Pero aún no es tarde, ahora me toca resolver esta situación. 

— No es culpa suya, mamá, el destino a veces es cruel y juega con nosotros a su antojo. — dijo con voz suave el joven, intentando quitar la culpabilidad de su madre, pero era tan obvio que pensara de esa manera, él no sabía los problemas que hubieron y que ¡hay aún! detrás de todo aquello.

Isabella solo le sonrió con suavidad al reconocer que Magnus no comprendía a lo que ella se refería, pues él no sabía que la causante de su separación era María, tendría que ser discreta al actuar, pues no deseaba que su hijo, uno al que por fin acaba de encontrar, la odiara por el destino que planeaba para la peli negra.

— Eso... es cierto hijo mío, el destino a veces puede ser cruel... — opto por decir a cambio. — ¿Hacia dónde se dirigía? — preguntó ella con curiosidad después de unos segundos de silencio.

— Hacia el interior del castillo... mi padre se encuentra en esa batalla... no quiero abandonarle. 

— Pero, Magnus, es peligroso aventurarse allá — dijo Isabella con temor, quien sabe lo que hubieran pasado si en ese momento no se hubieran topado por los pasillos. Quizás el pequeño ahora mismo estuviera rodeado de aldeanos dispuestos a matar a quien sea que se interponga en su camino. Ella no quería ni siquiera pensarlo. — Su padre estará a salvo.

— No lo estará, madre — negó Magnus — Mi padre lo único que desea ahora mismo es morir...

— ¿Qué? — preguntó Isabella anonadada, ¿Lorenzo quería terminar con su vida?

— Si, tal y como puede usted escucharlo, él no es el mismo hombre entusiasta y feliz de antes, mi padre ya ni siquiera desea seguir viviendo... solo existe por.... por existir... cualquier oportunidad que tenga servirá para acabar consigo mismo — le explicó a su madre, su voz salió asustadiza y preocupada al pensar en un escenario como ese, teniendo a su padre como protagonista.

Vestigios Nocturnos:  (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora