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Enero, 2022
Santiago, Chile

Enero, 2022Santiago, Chile

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#Laura

Me encontraba en el kinesiologo, apenas llegué a Chile me operaron, la recuperación tardaría unos seis meses pero para estar seguros tenía que estar fuera de la cancha al menos menos un año, no les voy a negar que últimamente me han dado demasiados bajones, me siento inútil sin poder jugar, no soy una persona que pueda estar quieta por mucho tiempo, así que me aburro demasiado, paso practicando el golpe de dedos porque es lo único que puedo hacer acostada en mi cama.

Ya era tarde y tenía que irme, le escribí a mi madre para que me viniera a buscar, pero no respondía, decidí llamarla y tampoco respondía, con mi mamá nunca hemos tenido una buena relación, desde que mi hermana pequeña nació toda su concentración fue hacia ella, mi hermana es solo dos años menor que yo, además juega voleibol al igual que yo, aunque ella empezó recién hace un año, mi madre a ido a todos sus partidos y me duele decir que no ha ido a ni uno solo de los míos, yo juego voleibol gracias a mi papá, me metí a jugar desde que tengo 10 años y todo lo que he logrado se lo debo a él, le agradezco demasiado, lamentablemente mis padres se separaron hace un par de años y todo a sido muy difícil para mí desde entonces ya que por alguna razón mamá decidió hacerse cargo de las dos y a él solo lo veo los fines de semana en fin, así es mi vida.

—Laura, ya es tarde ¿tienes quien te venga a buscar? —el entrenador se me acercó, el kinesiologo es compartido junto con el gimnasio que ocupa la selección, así que siempre veía a las chicas haciendo pesas, saltos, podía seguir compartiendo con ellas, eso era lo bueno de venir, lamentablemente no puedo ir a los entrenamientos y verla ya que me tengo que quedar en mi casa, todo el maldito verano tendré que estar acostada en mi cama, soportando a mi madre.

—Si, llame a mi mamá para que viniera. —le sonríe, me devolvió la sonrisa y entonces se fue, los chicos de la selección masculina seguían haciendo pesas, pero todas las chicas ya se habían ido y me daba vergüenza pedirle ayuda a alguno de ellos, para que me lleven a mi casa, ademas ya era un poco tarde para llamar a mi papá, ya que vive al otro lado de la cuidad, volví a llamar a mi mamá, esta vez por fin me contestó.

—Que pasa Laura, porque me llamas tanto estoy ocupada ahora. —hablo con ese tono indiferente que siempre tiene conmigo.

—Mamá te dije que a esta hora salía de kinesiologo, necesito que vengas a buscarme, sabes que no puedo esforzarme demasiado en caminar. —mire mi rodilla, tenía una cicatriz por la cirugía, no soportaba mirarla.

—Ay hija, consíguete como venirte con alguien, no se, ya estás grande, estoy en un partido de tu hermana, adiós. —me corto, suspire, espero que el entrenador no se haya ido aún, tome las muletas y me pare, trate de avanzar lo más rápido posible, tome el ascensor y baje al primer piso, para mi suerte, el aún estaba ahí.

—Disculpa Edu, ¿crees que puedas llevarme a mi casa?, mi madre está en un partido de mi hermana y no puede venir a buscarme, y bueno las chicas ya se fueron y. —me interrumpió.

—Claro capi, vamos. —entonces empezó a caminar junto a mi, agradezco que el no se fuera aún, han habido veces que me tocaba devolverme sola a altas horas de la noche a mi casa, porque claro, cuando se trata de mi, mi mamá siempre está ocupada.

Al llegar a mi casa, todo estaba en silencio, paz y tranquilidad, fui a la cocina ya que bueno tenía mucha hambre, revisé por toda la cocina si habían hecho algo para comer pero no encontré nada, así que simplemente saqué un plátano de la frutera y me fui a mi habitación, mi vida se había vuelto tan monótona, la detestaba, despertaba, me bañaba, me vestía y tenía kine luego llegaba aquí a almorzar y volvía al kinesiologo, después volvía aquí, comía algo y me acostaba, digo tampoco es que pueda hacer mucho más, pero bueno es mejor que el primer mes, ese mes con suerte podía ir al baño, tenía que estar casi que postrada en mi cama haciendo reposo, por lo menos eso ya pasó y espero que esto se pase rápido, el próximo año son los panamericanos aquí en Chile, seremos anfitriones y necesito estar bien para jugar partidos.

Escuche las voces de mi mamá y mi hermana, como ella la felicita, le decía que era la mejor hija del mundo, que estaba completamente orgullosa de ella y todo lo que había logrado, supuse que había ganado el partido, María Jesús, mi hermana, llegó hasta mi pieza y abrió la puerta.

—Hey aquí estás. —sonrió y se sentó a los pies de la cama, ella es tan dulce, no podría odiarla jamás.

—Hey, ¿como estuvo el partido? —la miré.

—Perdimos. —bajó la cabeza—. Pero le dimos mucha pelea al otro equipo, estamos mejorando mucho. —sonrió nuevamente.

—Me alegro mucho Jesu. —le sonreí.

—Tu pierna como va, ¿ya puedes caminar sin las muletas? —negué.

—No, aún me duele apoyarme sin ellas, creo que aún faltan algunas semanas para eso. —fruncí los sabios, ella se volteó a mirar mi habitación.

—Lau, ¿cual fue la primera medalla que ganaste? —volvió su vista a mi, mire a la pared en donde estaban todas las medallas, me atrevo a decir que tengo más de 200 de ellas, todas son distintas claro.

—No recuerdo exactamente cual es pero fue con el primer club en el que estuve. —me miró sorprendida.

—A los 10 años. —sonrió y yo asentí—. Ay ojalá yo hubiera empezado a jugar antes para tener tantas medallas como tú, lástima que empecé hace solo unos meses.

—Bueno pero algún día podrás conseguir tantas como yo. —le sonreí.

—Si pero nunca podré entrar a la selección de voley, digo tu tenias 15 cuando entraste y yo a esa edad recién empecé a aprender cómo era el voley y a jugar, soy un caso perdido. —negó triste.

—¿Tu eres un caso perdido? mira mi rodilla. —bromee, ella soltó una risita.

—Agh, Laura, deja a tu hermana descansar, tuvo un día muy largo de partido, no como tú que estuviste todo el día acostada en esa cama sin hacer nada. —tomó a Jesu y se la llevó, cerró mi puerta de un portazo, nunca entenderé porque me odia tanto, nunca le hice algo malo y aún así siempre me dejo de lado, hasta me podría atrever a decir que nunca me quiso realmente.



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un porquito de la vida de laura
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