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Febrero, 2024
La serena, Chile

Febrero, 2024La serena, Chile

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#Laura

Había viajado con las chicas de vacaciones a La serena, una región conocida por sus hermosas playas, con las chicas ya habíamos logrado nuestro objetivo de broncearnos como queríamos, ahora yo bueno, estaba en busca de chicos lindos, quizás encuentre uno aqui, quién sabe, puede ser un amor de verano, o bueno lo que queda del verano, igual en unos días teníamos que volver porque empiezan los entrenamientos nuevamente y luego entro a clases.

—Podemos ir a la disco después por favor. —Peti suplico.

—Claro pero eso tendrá que ser en la noche. —me encogí de hombros, su novia nos había acompañado, bueno el novio de Bea también, básicamente yo era el mal quinto aquí, pero no me interesaba mucho la verdad.

Ellos se quedaron acostados juntos y yo me fui a bañar al mar, el agua aquí es más helada de lo que recordaba, a mi me da lo mismo mojarme el pelo la
verdad, digo porque viene a la playa si no quieres bañarte y llenarte de arena.

Estuve ahí como una hora, el tiempo cuando estás en el agua se pasa volando, volví con los chicos después, me tendí en mi toalla.

—Al fin, creímos que te habia tragado el agua. —Bea se paró—. Nosotros iremos al agua ahora.

—Bien, pero no tarden para poder cambiarnos ropa y bajar a la disco luego. —ella asintió y fue con Dusan a bañarse, Peti igual se levantó.

—Nosotras igual iremos. —tomó a Elisa de la mano y se fueron corriendo al agua, dios estoy tan sola.

Me quedé ahí bronceadome, al menos hasta llegó alguien y a taparme el sol.

—Hola linda. —una voz masculina se hizo presente, me senté y lo miré, pelo castaño ojos cafés, si era lindo la verdad.

—¿Nos conocemos? —el se cruzó de brazos.

—Tal vez no me conozcas pero yo sí te conozco a ti, eres Laura Giglio, juegas en la selección femenina de voley. —sonreí, no creí que después de la lesión fuera a ser conocida.

—Si esa soy yo. —sonrei—. ¿Y tú eres?

—Nadie especial la verdad, me llamó, Agustín Fernández, es un gusto. —también sonrío, estuve algunos minutos hablando con él, me invitó a la fiesta a la que iríamos, bueno a la sección vip de esta, ¿si no es nadie especial por qué poured ir a la sección vip? en fin el se fue después llegaron las chicas y ellas subieron, yo me quedé viendo el atardecer, porque no.

Cuando el sol desapareció subí al hotel con el resto, los chicos ya estaban listos, las chicas estaban secándose el pelo, yo entré a ducharme, también necesitaba sacarme la arena de pelo.

—¿Estaba lindo el atardecer? —Peti me habló apenas salí de la ducha.

—Si, es tan distinto ver un atardecer con edificios a un atardecer en la playa. —me puse ropa interior y me saqué la toalla, luego busqué la ropa que me iba a poner.

—Dios amo el verano. —dijo cepillándose el pelo—. ¿Se ve bien? —asentí lentamente.

—Sip hermoso amiga. —hace ver como si hacerse peinados sea tan fácil—. Voy a secarme el pelo ahora si que no te voy a escuchar si me hablas. —prendí el secador de pelo y comencé a secarlo.

[...]

—Donde estabas. —subió y bajó las cejas.

—Por ahí Paulita por ahí. —ella sonrió.

—¿Con cuántos chicos te has besado ya? —Bea estaba bailando con su novio.

—Mhm, tres creo, pero he rechazado como a siete, algunos son re flaites, esos no me interesan. —hice una mueca, y justo llegó uno atrás de mí.

—Hola waxita. —me tomó de la cintura.

—Tengo novio. —lo aleje, el rodó los ojos y se fue—. Así es como alejas a los feos. —me encogí de hombros.

—Estás loca. —Peti rio, seguimos bailando, estuvimos en la disco hasta como las cuatro, luego volvimos al hotel y nos dormimos, creo que me dormí con ropa, la verdad es que estaba muy cansada como para hacer algo.

Al otro día desayunamos y bajamos a la playa, en la tarde viajábamos de vuelta a Santiago, adiós paraíso, lamentablemente no cumplí mi objetivo, fui a bañarme, esta vez me tomé el pelo porque me lo había lavado ayer, estuve un rato ahí y luego volví con el resto a secarme, teníamos que volver ya al hotel porque nos pasarían a buscar para irnos, dios el día de me había pasado volando.

—La pasé muy bien. —la novia de Peti habló cuando íbamos en el taxi camino al aeropuerto.

—Tambien yo. —ella habló esta vez.

Al llegar mi hermana me estaba esperando con papá, me quedaría con ellos dos días y luego volvería con las chicas para empezar los entrenamientos.

—Laura. —se me acercó a abrazarme—. Por fin llegas, ya me dolían los pies. —se quejó.

—Ya estoy aquí. —le sonreí—. Hola papá. —lo abracé.

—Como estuve el viaje. —me recibió el abrazo y luego tomó mi bolso.

—Muy bien. —me despedí de los chicos y luego me fui con mi familia —. Cumplí me objetivo de broncearme.

—Al fin, estuviste todo el año webeandome que ya querías que fuera verano. —me papá rodó los ojos.

—Bueno lo siento, no soporto el frío. —negué.

—Estás loca, yo prefiero tener frío a tener calor, porque si tienes frío te puedes abrigar. —la Jesu me miró.

—Podría estar horas hablando de esto contigo. —la mire, y así fue, estuvimos hablando horas de nuestras razones por la cual una era la mejor y al final ninguna logró convencer a la otra, en fin llegamos a casa de mi padre y preparamos hamburguesas para comer, que rico cocinamos, es increíble.

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