Funeral

Mejor que la primera vez

Pov Alexandra:

Tal vez estaba siendo demasiado paranoica por la repentina tranquilidad en nuestras vidas, quizás veía fantasmas donde no los hay, pero desde que llegue al centro comercial me siento vigilada

Apenas bajamos del carro senti una mirada clavada en mi nuca pero no había nada, cuando ingresamos pareció cesar, pero ahora, mientras elegíamos cual sería la mejor bodega, la sentía incluso más fuerte que antes

Nuevamente me vire observando alrededor pero no había nada, solo gente en la misma situación que nosotras, hablando de las propiedades de los muebles, algo ridículo en mi opinión, ¿realmente existen personas a las que le importa la diferencia entre el roble, nogal o caoba?

La gente tiene mucho tiempo libre o yo soy demasiado intolerante

- ¿Qué prefieres, ébano o bubinga? – pregunto Im a mi lado generando que la observe, notando que contenía la sonrisa

- ¿Tú también? – baje los hombros al instante que estallaba en carcajadas – idiota – la empuje suavemente, intentando no contagiarme

-Del 1 al 10, ¿cuán al límite está el Alexometro? – pregunto colocando una pegatina blanca en la bodega rojiza con puertas de vidrio

-Estallo cuando la vendedora nos explicó todas las propiedades del ébano, creo que tiene un crush con la madera – rio - ¿falta mucho?

-Menos que las ultimas 12 veces que lo preguntaste – vire los ojos, conteniendo la sonrisa – además su conversación fue muy instructiva, todos los muebles que elegimos son de ébano

-Que tu elegiste, querrás decir – replique – ni siquiera se para que necesitamos tantos

-No son muchos, no exageres – la mire incrédula – no me veas así, ¡es cierto! – rio – solo elegimos el mueble de la televisión, las 3 bibliotecas, los 6 sillones, la mesa y sillas de interior, el set de jardín, la barra divisoria para la cocina, los 5 armarios, los 3 escritorios, y la bodega – señalo la que había marcado

-Definitivamente deberé venderle mi alma a Lucifer para pagar todo esto – volvió a reir - ¿para qué tanto? ¡tengo hambre! – baje los brazos junto a la comisura de mis labios, generando que niegue con una sonrisa

-Deja eso, niña – choco nuestros hombros – te prometí una hamburguesa al terminar, pero aún faltan las camas, además, no serían tantos si la casa no fuera tan grande, hay que llenarla, mamá burguesa

-No me digas así, me estremezco de solo imaginarlo – lo hice causando nuevamente su risa a la cual me uní – esas dos están bien – señalé las primeras que vi - ¿podemos pagar e irnos? – froté mi nuca, volviendo a sentirme observada, pero nuevamente no había nada

-Son de 1 plaza y ½, tal vez para Soph este bien pero no para ti, sabemos que no lo tolerarías ni un día, te caerías a la primera vuelta y tu no paras de moverte en la cama cuando duermes – tomo mi mano, jalándome a donde estaban las otras – además, primero hay que probarla, arrójate

- ¿Qué? – la observe al instante, viendo su sonrisa - ¿tú quieres que nos echen?

- ¿Cuál es el problema? ¿tu querías irte, o no? al menos que lo valga – antes de procesar que estaba sucediendo ya me había empujado con fuerza, tomándome desprevenida, generando que caiga sobre la cama

- ¡Imra! – estallo en carcajadas, tomándose las costillas al segundo - ¡ya verás! – me incorporé tomando su cintura, arrojándola con facilidad sobre la cama, riendo mientras le hacía cosquillas

-De, detente – imploro entre risas

- ¡Olvídalo! – reí – aprenderás a no meterte con la directora del F.B.I.