Segura

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Pov Alexandra:

La medicina es una práctica lenta, por eso nunca trabaje en un hospital más que para las prácticas y solo ejercía en situaciones donde la rapidez era lo primordial, la diferencia entre la vida y la muerte; no voy a negar que son conocimientos útiles y me ayudo muchísimo a lo largo de los años, pero lo mío es la acción

Misma que no sucedía en esta helada habitación mientras observaba a Diana revisar a ese hijo de puta; notaba que tenía todo mi cuerpo tenso, el rostro dolía bastante, mi mano libre temblaba y la otra estaba sobre la funda de mi arma, obligándome a mí misma a no quitarla y eliminar por completo el problema de su existencia, aparición oportuna, probables consecuencias

No soy una asesina

Me repetía constantemente y era cierto, las únicas muertes que cargo en mi espalda son aquellas que no pude evitar, donde era matar o morir, pero dispararle a ese imbécil que no podía ni mantener los ojos abiertos no solo sería cobarde, sino que también me convertiría en aquello que no soy

Aquello en lo que me convertiría sin problema por proteger a quienes amo

Era una constante lucha mental que había tenido durante lo que a mí me parecieron horas pero observando mi reloj noté que solo fueron 20 minutos, demasiado tiempo, aunque en cierto punto me aliviaba saber que mis agentes probablemente ya se encontraban aquí y si el imbécil intenta escapar, no llegara ni a la puerta

¿Cómo diablos va a intentar escapar si no puede mantener ni los brazos elevados?

Lo detallaba desde la distancia una y otra vez, sin perderme un solo espacio de las partes de su cuerpo descubierto; estaba muy golpeado, herido, con una escayola en su brazo y pierna elevada; el rostro que sabia era pálido estaba morado, marrón y amarillo opaco por los moratones, se notaba que algunos tenían bastante tiempo

"Costillas quebradas", oi decir a Diana, varios cortes alrededor de su cuerpo y por supuesto, el accidente casi fatal que lo trajo aquí; no voy a mentir, ni siquiera a mí misma, apenas cruce esta puerta la imagen de Kara en la misma situación cuando la rescate, se reflejó ante mis ojos

No, esto es una trampa, una puesta en escena, él no es Kara, viene por ella

Distracción para principiantes, no caería en eso, mucho menos con lo que implicaría que lo haga; comprendía a mi hermanita, en verdad lo hacía, no era ella, por supuesto que quería ponerle un rostro a aquel por el que tanto sufrió, se dejaría engañar por los recuerdos mezclados, confusos, era un riesgo y por eso no lo vería bajo ninguna circunstancia

Él no es su hermano, yo soy su hermana

-Tranquila – oi el susurro de Sam antes de sentirla tomar mi mano, congelada, generando que la observe, por más que no quería quitarle la vista de encima a esa maldita amenaza

Tenía el rostro blanco, los labios tornándose levemente morados, notaba los esporádicos temblores que la recorrían; sí, quizás no fue buena idea que ingresé aquí solo vistiendo una camisa de seda verde fina junto a un short que solo cubría su trasero; ese fue el motivo por el cual la solté, quitándome la chaqueta para colocársela a ella

-Las habitaciones de cuidados intensivos suelen ser frías para reducir el crecimiento de bacterias y virus, disminuyendo el riesgo de infecciones nosocomiales – explique como única respuesta, acariciando sus brazos sobre el cuero para ayudarla a que regrese un poco de calor – teniendo en cuenta la cantidad de intervenciones que tuvo este hijo de puta, era muy probable que suceda, sus plaquetas y defensas deben estar por el piso

-En efecto lo están – vire al oír a Diana, viendo que caminaba en nuestra dirección, generando que me incorpore volviendo a llevar la mano sobre la funda de mi arma – quieta – coloco la mano en mi hombro, la asesine con la mirada obligándola con los ojos a que me suelte – no me intimidas, directora, tuve las manos en tu corazón y lo apretujé a mi antojo ¿recuerdas? – vire los ojos, moviéndome para soltarme

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