Deseos Crueles || Aemond Targaryen.

Capitulo 05.♟️

Rhayshera.

—¿Esto es una puta broma? —pregunto irritada a mi madre.

—No. Todos los nombres en esa lista son candidatos apropiados y dignos para casarse contigo —explica por tercera vez. Está sentada frente a mí y detrás de ella Daemon.

Después de una noche de mierda, lo único que quería era montar a alguno de mis dragones o sinceramente matar lo primero que se me pasará por enfrente, pero nunca me imaginé que fuera mi madre con una lista interminable de posibles candidatos para desposar me.

Llevo aquí tres días y ya están organizando esto.

Pero qué se puede esperar de una madre que envía a su única hija al matadero con once años.

—Hoy antes del torneo los conocerás y escogeras a algunos de ellos —Lo dice tan tranquila que parece que está vendiendo una vaca al mejor carnicero.

—No puedes obligarme. ¿Por qué justo ahora? —le bramó molesta—. ¿Solo esperabas a qué volviera para casarme?

—Si. Si podemos obligarte —responde Daemon por ella.

—Oh no. Tú puedes obligar a Rhaena y Baela porque son tus hijas pero a mí no —contesto a la defensiva—. No tienes derecho sobre mi.

—Rhayshera —advierte mi madre.

—Es la verdad.

—Eres mi hija. ¡Quieras o no mi sangre te corre por las venas! —me grita Daemon—. Deja esas ideas de mierda de que Laenor es tu padre.

—Lo es.

—Ese marica se atragantaba con vergas —escupe con molestia. Sin titubeos lo abofeteó.

—¡Rhayshera! —exclama mamá.

Y tengo que tragarme las putas ganas de seguir golpeándolo.

—No te atrevas a ladrar de mi padre en mi presencia —le advierto—. Porque si, tal vez biológicamente soy tu bastarda pero el único padre que he conocido es a Ser Laenor y después a Lord Corlys.

—Me querías —me reprocha Daemon. No respondo porque no tengo más que respuestas hirientes para él.

—Lord Corlys apoya mi decisión sobre tu matrimonio —habla mi madre, mientras yo y Daemon mantenemos una guerra de miradas cargadas de irá—. Ve a cambiarte ya deben estar esperándonos.

—Si madre —rompo el contacto visual con el príncipe y me doy la vuelta comenzando a caminar a la puerta.

—Rhayshera —me nombra Daemon. Me detengo justo antes de abrir la puerta pero no me giró para verlo—. Nada cambiará que eres mi hija y haré todo para protegerte.

—Entonces empieza por no buscarme un marido.

Aunque ellos dicen que seré yo quien elija de entre todos esos nombres en la lista, es una mentira ellos ya han escogido a su favor.