Another | M&M

11

En el baño, sosteniendo los cabellos de una chica que ni siquiera conocía pero había bailado toda la noche. La joven no paraba de vomitar, y yo ya estaba agarrando ascos de tanto ver esa sustancia desagradable y grumosa que se asomaba por el retrete del baño del bar.

—Ya.. Chica, sueltame...- Murmuró inaudible y esperé unos cuantos segundos para unir las palabras.

La solté, dejando unas palmaditas en su hombro antes, mirándome al espejo y notando todo el maquillaje corrido, el cabello lacio totalmente desarreglado con unos cuantos rulos sobresaliendo.

Salí del baño, la joven del baño salió despues de mí, y yo incandilada totalmente por las luces artificiales de colores, aturdida por la música, de repente capto a Victoria mirarme fijamente.

Medio se tambaleaba, pero su mirada estaba puesta en mí mientras se acercaba, yo también bastante ebria fruncí el ceño y ladeé mi cabeza al costado, pero lo único que percibía era su mirada provocativa, como relamia su labio y acortaba la distancia entre las dos.

Fue todo tan rápido.

Todo tan extraño.

Todo tan... Rico..

Sus labios sabían exquisitos, realmente nunca había imaginado que besarla se sentiría así. Y de repente olvidaba que ella tambien era Young Miko.

El beso elevaba la intensidad, era un imán, no podía separarme. Sus manos apretaban mi cintura, iban hasta mi espalda baja y ahora apretaban mi trasero, inesperado.

Solté un quejido, parecido a un gemido, y esperaba que se haya camuflado con la música alta. Empezó a caminar hacia atrás, haciéndome chocar con la puerta del baño bruscamente, con una agilidad que no podía creer la abrió y me acorraló contra la pared.

Nos separamos por falta de aire, y medio que recapacité mirándola fijo e incluso algo sorprendida.

—Vict..

—Shh, shh- Susurró, agitada y tomó mi mentón para besarme de nuevo.- Nadie va a vernos..

Simplemente le seguí el beso, sin pensar en nada, solo pensando en como me tocaba y estaba a punto de meterse entre mis pantalones.

Era imposible no recordar como su mano buscaba mi placer con sus dedos entre mi intimidad, como susurraba excitada, decía groserías en mi oído, como luego la que disfrutaba era ella, como me miró al acabar todo.

Su mirada.. Realmente me decía algo.

—Será la última vez,- Dije - y esto no pasó.

Terminé de acomodarme y salí totalmente seria y tensa del baño.

—Mi vida, ¿a donde fuiste?- Dijo Mariana al verme llegar

—Me quiero ir

—En unos minutos, estamos...

—Mariana me quiero ir..

—Mera, estamos pasándola bien aquí, ¿qué tienes?

Mis ojos la miraban extraño, ¿qué tenía que ver lo que tuviera? No me sentía bien, y no puedo tomar su auto como si nada.

—Deja, ya llamo un uber..- Respondí a punto de darme vuelta y sacar el teléfono del bolsillo, pero su brazo me lo impidió y me acercó a ella.

—Busca lo que tengas que buscar, te espero en el carro.

•••

Dos días bastaron para hacerme pensar y pensar sobre la noche anterior, tanto, que ni siquiera podía prender mi teléfono del miedo.