Mamá me había dejado el desayuno arriba de la mesa junto con una carta, la cual leí como tres veces esas dos oraciones cortas.
Perdona por no despedirte. Que te vaya hermoso en tu viaje, te llamaré. ♡
Escribí en el mismo papel, un poco más abajo las gracias y que esperaría sus llamadas.
La ansiedad y los nervios los venía teniendo desde que empezó la semana, y Mariana no paró de textearme y a su misma vez llamarme para controlar que todo estuviera bien.
Los últimos días ella y yo nos hicimos muy cercanas, demasiado, o al menos como para que Juan lo note. Pero bien sabía que nuestro título quedaría en "amigas" o al menos para quienes preguntaban.
Todavía no íbamos más allá de un simple besito, un pequeño roce en la boca, abrazos y palabras de cariño, pero no me quejaba es más, me gustaba. Era todo muy paciente, muy lento, tal como me gusta a mí. También no es mentira que si me entrego a ella sería mi primera vez con una mujer, simplemente no dudo de lo que hago, solo siento y ya.
Estaría segura que mamá me mataría si se entera, pero daba igual, de todas formas sabe que soy la única hija que le queda, y no la perdería por un gusto.
—En quince minutos sales, acabo de terminar de cargar todo lo de Juan y Amelia, así que dame un break que termino acá y te busco- Dijo a través del audio de WhatsApp la morena, se le notaba algo agitada pero muy alegre.
Algo que había notado muy bien de ella, era su forma de ser, no acostumbraba a notarse amable a primera vista, pero cuando sacaba su bonita sonrisa contagiaba a todos.
No sé en qué momento ya estaba totalmente lista y terminando de tomar mi desayuno que una bocina se escuchó afuera de la casa. Sonreí con gusto al saber que se trataba de quien estaba pensando hace rato y aún con la taza caliente en mis manos me asomé al jardín.
Se bajó de la camioneta gris en la que venía, si tan mal no estoy se trataba de una Toyota último modelo, ella venía vestida con pantalones negros, tenis grises con blanco y una camiseta manga larga blanca con unos diseños coloridos.
—Buen día fea- Saludó, apretando mi mejilla
—Con más cuidado, que tu fea se pone más fea sino- Respondí y Mariana chasqueó su lengua
Ambas entramos al departamento, el mismo que conservé semanas atrás cuando vivía completamente en Añasco, y de hecho ahora había volado hasta acá como habíamos acordado. Así mamá también aprovechó a tomarse unas vacaciones por Puerto Rico con su novio colombiano que claramente no conocía mucho a la cultura.
—Qué rico olor- Halagó cerrando la puerta detrás- Qué bonito departamento, se ve demasiado...
—Aburrido- Completé sin contemplar lo que ella sí.
—Tal vez, le agregaría más color- Sugirió- Pero está impecable, es muy tú.
—¿Sí?- Asintió - ¿Nos vamos ya?
—¿Tan apurada estás ahora?- Bromeó
—Me da algo de nervios esto de los vuelos, el checkout, ya sabes..
—No tienes cara de narcotraficante mujel'
—Según tú..
Soltó una risa y yo tomé las maletas, lista para salir del depto. Antes de salir me frené en la puerta, ella me miró confundida y le sonreí con ternura.
—Gracias, no podría sola..
—Tonta, me vas a poner pachosa- Dijo casi murmurando algo avergonzada- Es lo que te mereces por ser tan trabajadora.
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Another | M&M
FanfictionSeguirás buscándome, porque no hay otra que te ame como yo lo hago.