Bonsai: Una aventura heredada

Secretos en la Tienda de Bonny

En la parte trasera de la tienda, Bonny llevó a Semper a una habitación llena de artefactos antiguos y pergaminos. Las paredes estaban cubiertas de estanterías repletas de frascos de pociones, piedras brillantes y libros antiguos. Un cálido fuego crepitaba en la chimenea, iluminando la estancia con una luz dorada.

Bonny se arrodilló frente a Semper, mirándolo con ternura. "Sé que esto debe ser muy confuso para ti, querido. Tu abuelo es un hombre complicado, pero todo lo que hace es por tu bien. Ahora, vamos a preparar todo para cuando tu abuelo llegue."

Con un gesto de su mano, un pequeño cofre se deslizó desde una de las estanterías y aterrizó suavemente frente a ellos. A su vez los objetos que el abuelo había dejado en la mesa de la tienda entraron a la habitación en un vuelo placentero, llegando a la mesa junto al pequeño cofre.

"Querido, abre ese cofre y mira lo que hay dentro." Dando las instrucciones mientras preparaba unas bebidas.

Semper abrió el pequeño cofre y encontró una esfera de cristal, pero esta tenía una esfera azul más pequeña en su interior, similar a un ojo inerte. A su vez, Bonny puso sobre la mesa una pequeña taza con un líquido amarilloso.

"Vas a poner tu mano encima de esa esfera, respira hondo y deja que tu energía fluya hacia la esfera." Cerrando los ojos, Semper obedeció como si estuviera bajo un hechizo, sintiendo su energía moverse como un pequeño cauce de agua. Al abrir los ojos, el brillo tenue de la luz que emanaba la esfera era una lucha de colores dorado, rojo, azul y café, entre otras combinaciones, haciendo un espectáculo visual alucinante.

"Ahora, bebe el té y repite el proceso." Semper cumplió, bebiendo el té que tenía un sabor amargo que terminaba en una explosión dulce, mientras el aroma desconocido era como un animal feroz que se metía por las fosas nasales, exaltando y confundiendo sus sentidos. El cuarto iluminado se volvió un tornado de confusión que mareaba a Semper. Respirando hondo y poniendo su mano en el único objeto claro que tenía delante suyo, que era la esfera, esta brillaba con más intensidad, iluminando cada rincón de la habitación. La emoción en la cara de Bonny era tan visible que parecía que estuviera presenciando sus sueños cumplirse.

Una vez el brillo desapareció, Bonny se acercó a Semper, aún algo aturdido por el té. "Es maravilloso, tu abuelo tiene buen ojo para criar guerreros. ¡Qué emocionante! Me recuerda a tu madre, esta sensación, ese brillo. Adoro volver a sentir esa extraña sensación."

Rompiendo el ambiente y cortando las expresiones de felicidad de Bonny, apareció otra chica en la puerta de la habitación. Semper miraba con los ojos bien abiertos como la chica era una copia exacta de Bonny, como si dos gotas de agua pura pusieran una junto a la otra.

Con una furia prominente y los ojos irradiando fuego, mientras las puntas del cabello de Bonny ardían fuertemente, gritó, "¿¡Qué quieres!? ¿¡No ves que estoy ocupada aquí!?"

La otra copia respondió con serenidad y blanqueando los ojos. "Aquí hay alguien que te busca, y dice que es de urgencia."

Suspirando profundamente, controlando la emoción negativa, y mirando a Semper asustado y confundido, Bonny dijo, "Tranquilo, chiquito. Es un clon que hago con magia, luego lo entenderás. Por el momento, debo atender esto. Termina tu té y luego te enseñaré unas cosas sobre la magia." Saliendo de la habitación. "No toques nada." Se escuchó decir desde la tienda.

Bonny llegó a la tienda seguida de su clon, quien rápidamente siguió limpiando las estanterías y los objetos mágicos que se encontraban ahí. Encontrando a un joven que parecía no tener más de veinte años, pero muchas heridas en el cuerpo.

"¡Ay, pichoncito! ¿Qué te pasó?" Dijo mientras salía detrás del mostrador y corría a socorrerlo.

Con una voz más masculina y ronca, el joven preguntó, "¿Ya llegó?"

"Si, está atrás." Mientras miraba las heridas del joven, viendo cómo la magia sanadora no surtía efecto en ellas. "Otra vez te enfrentaste a ella. Te lo he dicho muchas veces, pichoncito." Su tono se notaba cada vez más enfadado mientras tomaba pociones y las juntaba en una cubeta. "¿Dónde aprendió a usar ella esa clase de magia que bloquea la sanadora?" Lanzándole la poción de la cubeta encima y sanando todas las heridas. Sacudiendo un pequeño palo que le había pasado una de sus clones, lo cual era una varita mágica, reparó la ropa del joven. "Mira cómo dejaste mi catalizador, la próxima vez que lo dañes así sabrás por qué nadie que me haya hecho enojar sigue vivo."

El joven se levantó y dijo, "¿Ya trajeron el cuero de minotauro?"

Bonny hizo una señal para que el joven bajara la voz, "Apenas acaban de ir por él, déjalo estar. Sabes que ya has causado suficientes problemas." Le dio un pequeño golpecito en la frente. "Viendo cómo te dejó esa loca, está claro que no has podido superarla." Se movió por la tienda. "Será mejor que la saques de tu corazón antes de que te destroce por completo."

El joven suspiró y respondió, "Sabes que esa no es Urano. Está poseída, no sé qué le hicieron en el reino de Profundía." El dolor se reflejaba en su rostro.

Bonny soltó un soplido desalentador mientras una de sus clones reparaba el libro con magia, luego lo devolvió a la mesa.

Bonny, ablandando su rostro, suspiró y le habló al joven con un tono maternal. "Cuídate y completa tu misión, vuelve pronto. Ocupo que hagas algo para mí."

El joven asintió con la cabeza mientras tomaba el libro. "Dale esto en su debido momento, por favor." Entregándole un collar de una garra de grifo bebé. Un collar tan raro no solo por la criatura de la que está hecho, sino por el poder protector que este otorga. Con el cierre de la puerta, el ambiente tenso quedó impregnado en el aire.

Volviendo a entrar en la parte trasera de la tienda, Bonny atrapó a un pequeño niño curioso tratando de regresar un libro a su estantería. "¿Qué estás tocando, pequeño caramelo?"

Con vergüenza en su mirar. "Lo siento, la voz del libro me resultaba familiar." Jugando con sus manos nerviosamente.

Tomando aire profundamente, se acercó al chico. "Mira, dulzura, te enseñaré las bases de las magias y todo lo que sus bases conllevan. Empecemos con la lección." Tomando asiento y Semper sentándose en el suelo mirándola con intensidad y curiosidad en su mirar.

"La magia, en esencia en este mundo, se divide en tres grandes poderes..."

El Qi, un estilo sureño, de las montañas altas de Taktshang, famosas por su sociedad de monjes y altas montañas. Lograron dominar un estilo de arte mágica que potencia las habilidades físicas como también médicas. El Qi, básicamente, entre más sincronizado esté tu cuerpo con tu mente, podrás desatar más poder y romper más tus límites a la hora de realizar ataques, defensas o curarte. Eso es el poder interno, el poder del ser.

Algo más externo sería el poder de la naturaleza, es decir, el poder elemental. Entre más conectado estés con la naturaleza, podrás invocar, mover y crear la naturaleza a tu alrededor. Desde mover piedras enormes sin esfuerzo, hasta crear golems de distintos materiales o invocar criaturas mágicas elementales. Todos conocen los elementos como el agua, la tierra, el aire y el fuego, pero conociendo la composición de ciertos materiales, como cuando combinas tierra con agua, puedes manipular la madera, o más complejas aún, todo depende de tu conexión con la naturaleza.

El último es el más misterioso, pero a su vez el más poderoso. Y esto se debe a que depende de una combinación de ambos poderes anteriores. Tu mente y tu alma deben estar en equilibrio con la naturaleza para poder controlar El Mana. El mana es lo más poderoso, puesto que esto fluye por todo el universo y puede alterar no solo la naturaleza y el cuerpo, sino el espacio y el tiempo, siendo peligroso por esto último. El mana te permite crear objetos, ilusiones, o si llegas a cierto nivel como yo, puedes crear clones y cuando ellos desaparecen, todo lo que ellos vieron y aprendieron lo adquieres tú. Es simplemente magnífico las posibilidades.

Cada explicación estuvo acompañada con grandes y alucinantes demostraciones con las que se demostraba que esta bruja no era alguien a quien sería bueno tener de enemiga, su carisma y actitud dulce ocultaban un poder y un control de los mismos sin precedentes. El inicio de una nueva época de aprendizaje emocionaba al pequeño Semper.