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Después de toda la conmoción e impacto que causó el inicio de la infección, Lan Xichen y Jiang Wanyin se movian de forma rapida y cuidadosa entre la multitud de habitantes y forasteros que buscaban viveres y cualquier objeto que les permitiera sobrevivir.

—Iré por comida, tú por medicamentos, sé feroz y no te detengas para ayudar a alguien— siseo el menor con voz determinada —. Te veo aquí mismo.

Ambos se separaron y después de lograr recolectar lo que necesitaban se movieron en busca de algún vehículo, por suerte encontraron uno fácilmente.

Sabiendo que la infección comenzaba a propagarse sin que el gobierno o alguien en si pudiera hacer algo para controlarlo, decidieron moverse con velocidad y salir de lugares con mucha gente, es por eso que Xichen ofreció su casa de campo, pequeña pero ideal para la situación en la que atravesaban.

El recorrido fue largo y cansado, situado en lo alto de las montañas y de difícil acceso, con un terreno rocoso y solitario, Wanyin entendió que si bien podía resultar complicado, la localización de la casa resultaba beneficiosa en esos momentos.

—Mi tío la compró hace mucho años, solíamos venir en la infancia de vacaciones pero al crecer la dejamos atrás, es un poco vieja y descuidada pero podria servir.

Y el Jiang entendió a qué se refería, si bien era evidente la falta de mantenimiento, poseía una barricada sólida y alta que dificultaba el acceso además de las múltiples camaras de seguridad que veía a lo largo del camino y alrededor de la casa en sí, solo esperaba que estás funcionarán.

No tardaron en acomodarse en la casa e inspeccionar el lugar en busca de posibles refuerzos que podrían hacerle para protegerse. También descubrieron una bodega llena de armamento, según Lan Xichen por su tío quien practicaba la caza en sus tiempos libres y que sin embargo ellos dejaron a un lado.

Los días siguientes se la pasaron haciendo modificaciones a la casa y pequeñas reparaciones, además de instalar el panel solar que yacía olvidado y que les servia demasiado, mas cuando la electricidad cesó por la caida de toda la ciudad.

La primera vez que vieron un infectado cerca fue a unas dos semanas del primer caos, era un hombre que en su vida debió de tener apenas los cuarenta, le faltaba la mitad de unos de sus brazos y lucía destrozado pero no por eso menos peligros, lo vieron a la lejanía cuando Wanyin intentaba enseñarle a disparar a Lan Xichen, este último actuó con valentía y después de dos tiros logró derrumbar al hombre, sin embargo este seguía moviéndose con lentitud así que Wanyin entendió que cortar su cabeza sería lo mejor y así lo hizo, en la noche quemaron el cuerpo con las precauciones posibles.

—¿Será el inicio de nuestro fin?— inquirió Xichen con voz preocupada.

—Posiblemente...

—¿Por qué...

—¿Por qué sucedió esto? No lo sé. Podría ser un castigo divino o la consecuencia de explorar lo desconocido, algún virus que mutara, alguna toxina que se liberó sin precaución, en realidad la infección podría venir de cualquier lado y a su vez, de ninguno. Tampoco entiendo el porqué sucedió y mucho menos lo que pasará pero entiendes que debemos de seguir por nuestros hermanos que nos esperan y no rendirnos.

—Lo sé pero me es difícil entenderlo— suspiró en un momento vulnerable —. Hace un par de semanas mi mayor preocupación era el nuevo proyecto de la empresa y la asociación con mis amigos y ahora, ellos están muertos y yo a la deriva, pensando en si tendré lo suficiente para vivir o terminaré así — señaló las cenizas del cuerpo —. El hombre seguramente tenía una vida, una familia y un trabajo, estoy seguro que no imaginó tampoco terminar así, nadie lo hace y nadie lo merece, entonces ¿por qué las cosas terminaron de este modo?

Wanyin también miró las cenizas, así como ese hombre infectado también terminaron sus padres y cientos de conocidos que tenía, sus alumnos de la universidad ¿Cuántos habrían sobrevivido? Un par de lágrimas se liberaron al recordar a sus hermanos, no sabía de ellos absolutamente nada, ¿Qué debía de hacer? Según las pocas noticias recolectadas, las cosas seguían sin ser controladas y las ciudades principales (como la suya y la de su hermana) eran los puntos rojos de contagio, sus hermanos, su sobrino y cuñado podrían estar ahí a la deriva y él no podía hacer nada por ellos.

—También me gustaría saberlo—murmuró con voz rota —. Me gustaría entenderlo y buscar la forma de salvar al resto pero solo soy un humano más ¿Qué puedo hacer?

Xichen se sintió de repente golpeado por la tristeza del menor.

Hace un par de semanas Jiang Wanyin era prácticamente un desconocido para él; solo lo había visto en una sola ocasión y fue en la fiesta de compromiso de su hermano, en esa ocasión quedó impresionado por el carácter de menor quien lucía una mirada fiera y gesto elegante muy propios de su dinastía Jiang. Conversó un poco según la etiqueta y cuando quiso llegar a él nuevamente, este ya había desaparecido y ahora estaba a su lado, observando el lado más vulnerable y humano de él, y Xichen no sabía cómo reaccionar.

—Nunca creí ver a mis mejores amigos morir de esa forma— soltó de repente —. Esa tarde había una reunión de accionistas en la que teníamos que estar presentes, creíamos que era mejor llegar juntos y así dar una imagen de unión empresarial, conversábamos en el interior del automóvil mientras esperábamos que el señor Wen regresara con noticias del porque el trafico no avanzaba.

»Regreso pálido y con una herida en la mano, logró mencionar que un hombre lo había atacado antes de comenzar a convulsionar, llamé a emergencias mientras Minghue y A-Yao intentaban ayudarlo, pero al abrir los ojos lo único que hizo fue atacar a Minghue, le desprendió un trozo de la piel del cuello, fue brutalmente horrible la escena, con esfuerzo logramos sacarlo del auto y lo único que hizo fue atacar a otros.

A-Yao no dejaba de llorar mientras intentaba contener la hemorragia de Minghue, ¿Sabes? Ambos habían compartido una relación de muchos años y finalmente se habían casado, ansiaban una familia y creía fielmente que lo lograrían pero esa tarde entendí que sería imposible. Minghue de repente dió un último suspiro y cerró los ojos. A-Yao lloró desgarrado y abrazó el cuerpo inerte de su esposo. Los ojos de Minghue se abrieron de repente y mordió a A-Yao, este no lo soltó a pesar de que era devorado por Minghue, la escena más horrible que he visto en mi vida.

—Corre gege, corre muy lejos de nosotros.

Jin Guanyao cerró los ojos antes de comenzar a convulsionar.

Salí corriendo y afuera todo era un caos.

Y entonces lo logré, llegué a tu lado.

Me salvaste Wanyin, gracias.

Living Dead ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora