Con el paso de los días, todos se preparaban para el gran día, el día en que todos se esforzarán por sobrevivir.
Zonghui con ayuda de Nie Huaisang habían preparado un meticuloso plan para que todos los refugiados, incluyendo niños y un par de ancianos lograrán llegar a salvo al barco situado en el muelle, el cual buscaban zarpar con la esperanza de llegar al "Gran Refugio" donde finalmente podían estar a salvo.
Aproximadamente treinta personas serían movilizadas con extremo cuidado entre la multitud de infectados que no dudarían en atacarlos, es por ello que Wanyin, con sus grandes habilidades en el volante y las armas, junto a Zonghui serian los encargados de conducir a todos y defenderlos mientras Xichen junto a otros hombres moverian a los sobrevivientes y se encargarían de su seguridad.
Definitivamente Wanyin tomaría un papel demasiado arriesgado y eso le carcomía los nervios al mayor, no le gustaba la idea de que fuera precisamente el menor quien lidiara con una responsabilidad así, sin embargo cuando intentó ponerse solo recibió una mirada molesta del menor : —. Estaré bien, puedo hacerlo, ¿Dudas de mis capacidades?
No lo hacía.
A pesar del poco tiempo de convivencia, Lan Xichen era capaz de observar las cualidades del menor; su fuerza inhata en la lucha por sobrevivir, su inteligencia para analizar las situaciones con practicidad y el esmero en proteger a los suyos, cualidades de lo más admirables pero que no garantizaban su propia seguridad y él odia ver como el Jiang buscaría sacrificarse si algo salía mal en todo el asunto.
—¿Él y tú son pareja?
La pregunta lo tomó por sorpresa, a su costado se encontraba Huaisang quien observaba al igual que él a Wanyin junto a Zonghui en un entrenamiento especial.
Negó.
—Es mi compañero, pero francamente no poseo una relación más allá de eso.
Huaisang asintió en comprensión.
—¿No crees que Wanyin es muy fuerte? Escuché que perdió a su familia y busca llegar hasta ella, es admirable, en mi caso si no fuera por Zonghui estaría muerto, no creo tener la fuerza para llegar hasta mi familia, si es que aún la tengo.
—¿Eres de aquí?
—No. Vivo en el extranjero, Zonghui y yo compartíamos el internado y solo llegamos aquí como vacacionistas, ¿Puedes creerlo? Recién llegamos y todos se convirtieron en cadáveres feroces— soltó una risa cansada —. Apenas logramos salir del centro comercial en el que estábamos, fue agotador llegar aquí, no quiero irme pero tienen razón, tampoco podemos quedarnos por siempre aquí así que por eso creí que sería una buena idea zarpar en ese barco.
Lan Xichen lo miró detenidamente.
—¿Tienes familia aquí?
Huaisang asintió.
—Un medio hermano, no convivo mucho con él pero fue uno de mis motivos para regresar aquí— suspiró con resignación —. Quería que conociera a Zonghui, él es importante para mí así que solo deseaba que él lo conociera pero sucedió esta mierda y fue imposible— miró hacia el cielo —. Cuando termine tal vez pueda reunirme con él, A-Jue es muy fuerte, más que todos, estoy seguro que esta moliendo a golpes a todos esos cadaveres que se atraviesen en su camino para protegerse a él y a su esposo.
Xichen lo miró con ojos acuosos.
Él también hubiera deseado ese escenario.
Minghue peleando con fuerza contra una multitud sin miedo a nada, con esa valentía tan propia de él, defendiendo a A-Yao como siempre lo hacía.
Aunque era imposible.
—Estoy seguro de que así es.
Huaisang asintió conforme con aquella ilusión.
... ... ...
Los labios de Jiang Wanyin eran adictivos.
Suaves, carnosos y con un ligero sabor a vino tinto, no pudo evitar gruñir de satisfacción mientras lo atraía a su cuerpo y eliminaba aquella distancia que definitivamente no necesitaban.
Jiang Wanyin respondía aquel beso con pasión y necesidad, ambos sumergidos en bruma de placer culposa, de un sentimiento que no sabían cuando había comenzado y en qué momento se había apoderado de ellos pero que ahora los absorbía con vehemencia sin posibilidades de escapar de ello.
Lan Xichen aún no entendía en qué momento había sucumbido a sus deseos mas ocultos, lo único que entendía es que había esperado con paciencia a la llegada del menor en aquella habitación vacía en la que habían sido asignados, y cuando entró el Jiang, con el rostro limpio y agradable aroma, después de tomar una ducha en quién sabe que lugar, con el aroma a tabaco y alcohol surgiendo de su piel, el Lan no pudo evitarlo, simplemente perdió cualquier raciocinio y atacó su boca en un beso lleno de posesion y necesidad.
Y al sentir al Jiang responder con el mismo fervor no pudo más que continuar aquel ataque.
Miró los ojos del Jiang, aquella mirada de un azul profundo oscurecido por el deseo y la pasión y se sintió perdido en ella.
Miró su rostro, sus facciones juveniles y aspecto salvajemente peligroso, sus pómulos marcados, su mandíbula marcada, el tono rojizo que comenzaba a bañar sus mejillas, su respiración agitada.
Y tocó su cuerpo, la estrechez de su cintura, la dureza de su abdomen, la peligrosa curva en sus caderas y la suavidad de sus glúteos que llenaban sus grandes manos.
Jiang Wanyin era un hombre jodidamente atractivo y eso era algo que él no podía negar.
—Deberiamos parar, deberíamos detenernos, esto no está bien— susurró con voz agitada —. Aléjate de mi, corta está locura por qué yo no puedo hacerlo, no puedo dejarte ir.
Una sonrisa landina se escurrió de sus labios.
Y con tono seductor respondió:
—¿Por qué lo haría? ¿Por qué me negaría?— beso sus labios con devoción —. Me deseas. Te deseo. ¿Qué importa que el mundo se esté llendo al carajo? Aquí solo estamos tu y yo, es lo que importa.
Y volvió a besarlo.
Está vez Lan Xichen no pudo evitarlo, se dejó sucumbir por el deseo y necesidad hacia el menor.
Tenía razón.
Esté era su presente y es lo que importaba.
Sin detenerse a pensarlo, dejó fluir todas sus emociones con él Jiang dentro de aquella habitación santificada.
Esa noche solo serían ellos dos.
Sería suyo.

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Living Dead ©
FanfictionEl apocalipsis inicia con un virus mortal, Jiang Wanyin y Lan Xichen se convierten en dos fieles compañeros que buscan un solo objetivo: sobrevivir de los muertos andantes.