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Nuevamente se encontraban juntos a la deriva en un territorio plagado de cadáveres vivientes.

A pesar de los esfuerzos por encontrar un lugar seguro y mantenerse lejos de cualquier peligro, se veían en la obligación de abastecer su automóvil y adentrarse a la pequeña ciudad que se encontraba a unos cuantos kilómetros.

—¿Será un lugar seguro?

¿Acaso existía un lugar seguro en toda la región? Dudaba que así fuera.

—No lo creo pero no hay otra opción.

Con sigilo bajaron del automóvil para mirar a su alrededor.

La vieja gasolinería parecía abandonada y deteriorada, con un rastro de sangre y destrozos que indicaban pelea.

Mientras Wanyin se dedicaba a llenar el tanque, Xichen mantenía un fuerte agarre en su arma, a la espera de cualquier ataque y Wanyin no pudo evitar reír.

A pesar de que ambos venían de familias adineradas, sus estilos de vida tan distintos los diferenciaban; mientras Wanyin fue entrenado por su madre para el combate en cualquier disciplina como defensa a un futuro incierto, Xichen creció entre pulcritud y privilegios de una vida pacifica creada para él.
Lan Qiren, el tío mayor de los Lan, estaba seguro que jamás habría imaginado un desenlace asi para su sobrino, dónde terminaría enfrentado a una serie de infectados de ciencia ficción.

—Vamos.

—¿No crees que deberíamos revisar el lugar?

—¿Quieres ponerte en peligro?

—¿Y si encontramos un lugar seguro?

Wanyin negó.

—Probablemente aún no entiendas la situación pero este mundo se fue al carajo, nos encontramos en un territorio consumido por un virus que mata y revive a los infectados. ¿Crees que existe un lugar seguro? Hemos tenido suerte de no enfrentarnos a un infectado pero llegará el punto de tener que hacerlo ¿Crees que podrás con uno, tres, cinco o cientos de ellos? Sigamos nuestro camino y no busquemos problemas. Encontremos el refugio y pedimos ayuda para encontrar a nuestros hermanos. No causes problemas.

—Lamento causar problemas a tu lado— se disculpó el mayor con gesto serio —. Sin embargo, no creo adecuado irme así sin verificar nada, podríamos encontrar algo que nos ayude, o tal vez un poco de alimentos que mucha falta nos harán.

—Nos arreglaremos más tarde.

—¿Cuando no encontremos nada?

—Xichen...

—Lo siento Wanyin pero revisaré el lugar, puedes irte o esperar, cualquier decisión que tomes la respetaré.

—¿Acaso quieres morir, idiota?— lo tomó con fuerza de la camisa —¿Piensas dejarme solo con todo? Eres un imbécil.

—No lo soy— intentó soltarse del agarre del menor —. No puedo describirlo pero hay algo en este lugar que me atrae, no podré irme sin saber que es.

Y dicho esto comenzó a adentrarse al lugar.

Wanyin subió al automóvil dispuesto a irse pero por alguna razón no pudo hacerlo.

¿Qué le diría a sus hermanos y al propio Lan Zhan cuando llegara solo?

Maldito Lan.

Comenzó a adentrarse en el lugar, realmente era inocente a todo el verdadero peligro que esto le traería, y a paso firme observaba los destrozos a su paso.

Lo que debía ser una pequeña ciudad turística a decir por sus construcciones y la calidez del viento, se encontraba derrumbada entre escombros y vidrios rotos, y el fresco olor a sangre en el ambiente.

Living Dead ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora