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Aterrorizados, fueron conscientes de como cada uno de los que antes habían formado parte de los sobrevivientes y compañeros de esta terrible aventura, ahora permanecían frente a sus ojos, con la piel carcomida por mordeduras y el líquido oscuro tan caracteristico escurriendo por sus bocas.

«¿Qué sucedió aquí?»

Ambos se preguntaban lo mismo pero ninguno era capaz de hablar, atónitos ante la imagen de aquellos con los que compartieron momentos y días de tranquilidad (niños, mujeres y adultos mayores) convertidos a miserables cadáveres andantes.

—Debemos salir de aquí.

Un susurró detrás de ellos los detuvo por completo.

Giraron despacio solo para encontrar a un antiguo compañero.

Nie Huaisang.

Sin entender demasiado de la situación, ambos lo siguieron por las calles solitarias detrás de ellos hasta que lograron llegar a un pequeño estacionamiento donde se encontraba una pequeña camioneta y adentro, Zonghui.

—¿Cómo es que sobrevivieron?

La pregunta escapó de los labios del Jiang con auténtico asombro.

—Me alegra también verlos a salvó— respondió Zonghui con sinceridad —. Logramos llegar a un viejo estacionamiento subterráneo pero eran demasiado, intentamos sobrevivir pero no lo lograron, antes de ser infectados logré escapar con A-Sang.

—Y adentro del templo ¿Cómo fue que cayó la fortaleza?

—Dejamos poca seguridad, es probable que alguien decidiera seguirnos para ayudar, o simplemente los infectados fueron más fuertes está vez, no lo sabemos solo que ahora somos los únicos sobrevivientes que quedan en este asqueroso lugar.

Nie Huaisang asintió, luego añadió —. Ya no hay plan que seguir y lugar al que regresar. Deberíamos ir al barco, con suerte está despejado y llegamos sin tanta dificultad.

—No lo creo...

La voz ronca del Jiang los dejó paralizados, con temor, observaron como muchos infectados corrían persiguiendo a lo que debía de ser un niño.

—¿Qué demonios? ¿Está vivo?— la voz exasperada de Zonghui los atrajo a la realidad.

—¡Auxilio! ¡Ayúdenme, no quiero morir así!

El pequeño niño gritaba aterrorizado, sin comprender que sus gritos solo atraían a más infectados.

—No lo dejaré sólo.

Para asombro y terror de los demás, Xichen salió con rapidez del interior solo para correr hacia el pequeño.

—¡Xichen, detente idiota!

La voz furibunda del Jiang los distrajo, quien observaba con enojo a Xichen, quien iba al encuentro de esa gigantesca horda.

Un infectado se lanzó hacia el pequeño.

Estuvo a punto de alcanzarlo si no fuera gracias al golpe de Xichen, y su monstruosa fuerza con la que lo mando varios metros hacia atrás.

—¿Estás bien?— preguntó al niño, sosteniendo entre sus brazos, quien entre llanto logró asentir.

Lo cargó entre brazos e intento correr pero el cadáver que se lanzó contra él lo impidió.

Estaba a punto de atacarlo por la espalda pero un segundo golpe lo detuvo.

—Muevete, me encargaré.

La presencia imponente de Zonghui lo distrajo, quien con valentía golpeaba a cuánto infectado llegaba hasta ellos.

Living Dead ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora