Jiang Cheng no podía quitar la mirada de él.
A lo lejos se encontraba Lan Xichen tan familiar y distinto al mismo tiempo.
Inevitablemente no podía dejar de preguntarse ¿Todo terminó? ¿Es el final? Y aunque intentaba mantenerse tranquilo y priorizar su entorno, la respuesta parecía ser demasiado sencilla, si, lo es. Después de ser dos fieles compañeros en una escalofriante aventura post apocalíptica, ambos parecían ser dos conocidos más sin ningún lazo en común más que la cordialidad y el pasado juntos.
Y lo observó, frente a él pero a la distancia con una sonrisa divertida y mirada brillante, con postura relajada y amigable junto a ese virologo del refugio. La comodidad y cercanía eran difíciles de negar.
Conocía muy poco de aquel virologo más que la importancia que tenía dentro del Gran Refugio y sus contantes esfuerzos e investigaciones para encontrar una solución a aquel contagio, sin embargo, el rostro amable a pesar de la tristeza de sus ojos demostraban la gentileza dentro de él.
Bufó con molestia.
Incómodo pero también triste al verlo así, tan ajeno a él.
—Sandú, es hora de entrenar.
Era Xue Yang.
Un sobreviviente más del primer contagio. Un pobre infeliz que tuvo la suerte u osadía de sobrevivir por su cuenta y ser salvado por el equipo alpha. Él, al igual que muchos otros hombres había decidido prepararse para combatir en el momento de salir al exterior y enfrentar a los cadáveres andantes. Debido a su destreza y agilidad pronto había logrado sobresalir siendo reclutado para el selecto grupo que buscaba sobrevivientes y provisiones allá afuera.
Aunque dudaba que su carácter rebelde y actitud despiadada le ayudará a conseguirlo.
—Vaya que sabes moverte bien— mencionó después de ser esquivado por el menor.
Jiang Cheng sonrió.
No entendía si era por su naturaleza un tanto agresiva o por las ganas de salir y rescatar a sus hermanos pero había aprendido muy pronto a defenderse en cada una de las prácticas, no importaba si era con armas o sin ellas, justo como ahora que era impulsado a una pelea contra Xue Yang.
—Te demostraré que tan capaz soy de moverme— respondió antes de soltar una patada directo a su rostro y hacerlo caer a la arena.
Todos quedaron impresionados por su fuerza.
Sandu era aquel título que pronto había adoptado como suyo.
Convirtiéndose en uno de los hombres más destacados del refugio.
Al final del entrenamiento se sorprendió por la cantidad de personas que lo observaban pero más por tres personas en particular.
—Señor Jiang eso fue genial, es un auténtico alpha rompe huesos, que fuerte es— la voz del pequeño Jingyi lo sacudió con sorpresa, lo observó frente a él con sus ojos brillantes de admiración por él.
Sonrió y se acercó a él antes de acariciar su cabeza y resoplar: —Mocoso ¿Que tanto has hecho? Luces más grandes que antes, seguro estás vaciando la comida de los almacenes, ¿Cierto?
El pequeño Jingyi sonrió y carcajeo encantado.
Realmente era un niño glotón.
—Señor Jiang, ¿podemos cenar juntos? Me gustaría enseñarle todos mis apuntes, estuve estudiando como usted me lo dijo, el señor Lan y el señor Xiao me han ayudado mucho, ¿Verdad?— preguntó al hombre que se encontraba detrás de él.
Lan Xichen asintió y saludó al Jiang.
—¿Cómo estás? He visto que has realizado un gran entrenamiento.
Jiang Wanyin asintió.
—Tengo que volver pronto a nuestro origen, es necesario ser el mejor.
El rostro de Xichen pareció contraerse y estaba a punto de replicar cuando fue interrumpido por Xiao Xingchen que se encontraba junto a él.
—Joven Jiang ¿Piensa unirse al grupo alpha? Sus misiones son arriesgadas, tal vez debería reconsiderarlo.
Wanyin sonrió falsamente.
—Creo ser capaz de sobrevivir afuera, ya estuve antes ahí, además tengo un propósito en mente, no es solo por arriesgar mi vida sin mérito alguno— posteriormente se dirigió al pequeño Jingyi —. No puedo cenar hoy contigo ya que quedé de tener una reunión con el señor Song, pero ¿Que tal el desayuno? Ven a mi área y podrás mostrarme tus avances.
Jingyi asintió satisfecho.
Jiang Cheng se despidió antes de alejarse.
—¿Una reunión con Song Lang? ¿No es extraño? Él no se caracteriza por convivir con el resto, mucho menos con un recién ingresado al refugio, ¿Que podría ser tan importante para reunirse con él,?
Lan Xichen se hizo la misma pregunta.
Aunque posiblemente la respuesta no sería de su agrado.
... ... ...
La brisa fresca golpeó su rostro.
Nervioso y ligeramente asustado, Wanyin se traslado desde su área junto a la mayoría de sobrevivientes expuestos a la intemperie en la arena hasta las profundidades de aquella isla que ahora era conocida como el Gran Refugio, justo donde lo habían llamado aquella fría noche.
Song Lan lo recibió con una comida austera como todas las que se recibían después de vivir en una pequeña isla remota cuando todo el mundo había perecido a las ruinas.
Era la primera vez que lo tenía de frente después de su llegada.
Y la primera vez que se encontraba a solas con él.
La reputación de Song Lang era un tanto diversa; si bien era completamente evidente todos los esfuerzos que hacia por todos los sobrevivientes, aún así había demasiadas dudas sobre él. El lider de los alpha, el grupo que antes había servido para frenar el contagio y mantenerlo oculto, un hombre joven pero letal, de preparación extraordinaria para haber sobrevivido a un contagio masivo y ayudar al resto, un hombre de inteligencia y fuerza aterradora el cual siempre permanecía callado y lejos del resto, estudiando al resto y a sus posibles opciones.
Un hombre misterioso del cual las murmuraciones del porque había llegado tan lejos a tan corta edad, y porque había sido abandonado a su suerte por el gobierno al que un día sirvió, eran un tanto cuestionables.
—Esta noche, solicité una reunión contigo por un motivo— habló después de un largo e incómodo silencio —. No sé de dónde vengas o quién eras antes de todo esto. Solo sé de tus grandes cualidades en batalla y de tus deseos al llegar aquí— finalmente expresó —. Quiero ofrecer un trato que solo tú podrías llevar a cabo.
¿Qué tan dispuesto estás a arriesgarte para salvar a otros, a tu familia, por ejemplo?

ESTÁS LEYENDO
Living Dead ©
FanfictionEl apocalipsis inicia con un virus mortal, Jiang Wanyin y Lan Xichen se convierten en dos fieles compañeros que buscan un solo objetivo: sobrevivir de los muertos andantes.