Addictive habit-[Gönul ve Cahide]

7.

Esa sensación horrible de percibir que algo cambiará. Esa horrible sensación que la apuñala como si se tratara de un harakiri. Comenzó a sentir un vacío profundo en el estómago, uno que la hacía temblar de pies a cabeza. Perdió el equilibrio, intentando sujetarse a cualquier cosa que tuviera cerca. ¿Qué rayos le pasaba?

Tuvo que dejar sus tareas en la cocina para dirigirse al baño aún con la visión como si tuviera en sus ojos cortinas de humo. Le dolía demasiado respirar, le costaba hacerlo. Aferró sus manos al lavamanos, cerrando los ojos. Duele, duele demasiado, pensó, dejando escapar algunos chillidos.

—¿Gönül?

Gülsüm se acercó a ella, cautelosa al sentir el fuerte aroma a caramelo quemado en el ambiente.

—Por Alá, ¿qué sucede? —indagó, tapando su nariz mientras continuaba acercándose.

—No... no lo sé. Me duele... me duele demasiado, Gülsüm.

La mujer abrió la canilla, mojando el rostro de Gönul que, al sentir el agua en su piel, se debilitó todavía más, cayendo de rodillas al suelo, sintiendo ese dolor punzante en la boca del estómago.

Mala madre. Abandónica, dijo su loba, culpa tuya, culpa tuya, culpa tuya.

Sus ojos se llenaron de lágrimas. Su loba seguía susurrándole cosas, castigándola y retorciéndose como si quisiera llevarla ella misma a la muerte.

La vista de Gönül se nubló, sintiendo las manos de Gülsüm secando su cara para luego tratar de ponerla de pié, pero no pudo.

Gönül quiso emitir sonido, decirle a su amiga que no permitiera que las demás la vieran así de frágil. Que no la llevara a ningún lado hasta que volviera a sentirse mejor. Pero su loba aullaba y en sus oídos calaba un sonido semejante al de las bocinas. Cada bocinazo paralizaba por segundos su respiración.

El último la llenó de tranquilidad, haciendo que su loba se quedara en silencio hasta que todo se convirtió en oscuridad.💌