Historias de BBRAE

En las sombras del destino

El sol se ponía sobre Jump City, pintando el cielo con tonos cálidos de naranja y rojo. Los Teen Titans estaban disfrutando de un raro momento de tranquilidad en su torre. Chico bestia y Cyborg competían en un videojuego, Starfire leía un libro sobre la cultura terrestre y Robin estaba revisando unos informes. Raven, como de costumbre, estaba en la biblioteca meditando.

Esa noche, Raven sintió algo diferente. Sus meditaciones la llevaron a un lugar oscuro, un rincón de su mente que nunca había explorado antes. Allí, se encontró con una visión perturbadora: un hombre encapuchado que se reía siniestramente mientras sostenía una joya negra que emanaba un poder oscuro y familiar.

Despertó de su trance con un sobresalto. Tenía que averiguar qué significaba esa visión. Decidió no alarmar a los demás hasta tener más información, así que salió en silencio de la torre para investigar.

Mientras tanto, Garfield notó la ausencia de Raven y se preocupó. Aunque los demás no se dieron cuenta, él siempre estaba pendiente de ella, sus movimientos y sus estados de ánimo. Decidió seguirla en secreto, transformándose en un gato para no ser detectado.

Raven llegó a un antiguo templo en las afueras de la ciudad. Sabía que el lugar tenía una conexión con su pasado, pero no estaba segura de qué encontraría allí. Mientras exploraba, chico bestia la seguía de cerca, cuidando de no ser descubierto.

Dentro del templo, Raven encontró un antiguo manuscrito que describía una profecía relacionada con la joya negra de su visión. La profecía hablaba de un portal que podría liberar a un antiguo demonio que una vez intentó dominar la Tierra. El nombre del demonio era familiar: Trigon, su padre.

Antes de que pudiera leer más, el sonido de pasos resonó por el templo. Un grupo de villanos, liderados por Slade, entró al lugar. Chico bestia se transformó rápidamente en una mosca y voló hacia Raven, susurrando en su oído: "Raven, estamos en problemas."

Raven se sobresaltó al escuchar la voz de chico bestia, pero se tranquilizó al saber que no estaba sola. "Tenemos que salir de aquí," le dijo en voz baja. Sin embargo, antes de que pudieran escapar, Slade los descubrió.

"Vaya, vaya, si no son los Teen Titans," dijo Slade con una sonrisa maliciosa. "Raven, siempre tan predecible. Sabía que vendrías aquí."

Raven se preparó para luchar, pero el mutante la detuvo. "No podemos luchar aquí, no tenemos ventaja. Debemos ser inteligentes," le susurró.

Slade atacó y una intensa batalla comenzó. Raven y Chico bestia luchaban juntos, pero estaban en desventaja. Slade era demasiado poderoso. En un momento de desesperación, Raven abrió un portal para escapar, pero Slade logró arrebatarle el manuscrito antes de que desaparecieran.

Regresaron a la torre con las manos vacías. Robin, Cyborg y Starfire estaban preocupados por ellos. "¿Qué pasó?" preguntó Robin con severidad.

Raven explicó lo que había descubierto y la amenaza que representaba la joya negra. "Slade tiene el manuscrito. Debemos recuperarlo antes de que pueda usar esa información para liberar a Trigon."

Robin asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. "No estamos solos en esto. Lucharemos juntos."

Los Titanes elaboraron un plan para infiltrarse en la base de Slade y recuperar el manuscrito. Durante los preparativos, Raven y Chico Bestia compartieron un momento a solas.

"Gracias por seguirme," dijo Raven, mirando a Garfield con una expresión que él no había visto antes. "No sabía lo que me esperaba allí."

Bestia sonrió, algo tímido. "Siempre te cuidaré, Raven. No importa lo que pase."

Raven sintió una calidez en su corazón que la sorprendió. Se acercó a él y, en un impulso, lo abrazó. Chico bestia la rodeó con sus brazos, sintiendo el latido acelerado de su corazón.

"Eres importante para mí," susurró Raven, dejando que sus emociones fluyeran por un momento.

Chico bestia se apartó ligeramente para mirarla a los ojos. "Y tú lo eres para mí, Rae. Más de lo que puedes imaginar."

En ese instante, la puerta se abrió abruptamente y Robin entró. "Es hora. Vamos."

La misión fue peligrosa y llena de obstáculos. Los Titanes lograron infiltrarse en la base de Slade, enfrentándose a sus secuaces con valentía y determinación. Chico Bestia y Raven se movían sincronizados, protegiéndose mutuamente en cada paso.

Finalmente, llegaron a la sala donde Slade estaba esperando. La batalla final fue feroz. Slade usó el poder de la joya negra para invocar a criaturas oscuras que atacaron a los Titanes. Robin, Cyborg y Starfire se encargaron de ellas mientras Raven y Chico bestia se enfrentaban directamente a Slade.

En un momento crucial, Slade golpeó a Raven con una onda de energía oscura, dejándola debilitada. Chico Bestia, lleno de furia, se transformó en un tigre y atacó a Slade con todas sus fuerzas. Aunque logró derribarlo, la joya negra seguía siendo una amenaza.

Raven, con sus últimas fuerzas, utilizó su poder para contener la energía de la joya. "Necesito tu ayuda," dijo débilmente al mutante.

Él se acercó y tomó su mano, sintiendo una conexión profunda y poderosa entre ellos. Juntos, canalizaron sus energías y lograron sellar la joya, neutralizando su poder.

Slade, derrotado, escapó jurando venganza, pero los Titanes sabían que habían ganado la batalla más importante.

De regreso en la torre, Raven y Chico Bestia se miraron con una nueva comprensión. Habían enfrentado sus miedos y descubierto la fuerza de su vínculo.

Esa noche, en el tejado de la torre, Raven y Chico bestia compartieron un momento de paz. Las estrellas brillaban sobre ellos y el aire estaba lleno de una tranquilidad reconfortante.

"Raven," dijo chico bestia, tomando su mano. "Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti. No importa lo que pase."

Raven lo miró con ternura. "Lo sé, Gar. Y yo también estaré aquí para ti."

Se acercaron y, bajo el cielo estrellado, compartieron un beso lleno de amor y promesas. En las sombras del destino, habían encontrado la luz en el corazón del otro.