Kengo y Akasaka comían en una cafetería al aire libre. Los tenues rayos de Sol calentaban suavemente sus cuerpos junto a la agradable brisa mañanera de la playa. Al morder su pan relleno, el chocolate escurrió por el borde trasero hasta el plato, desde el cual el joven lo devoró apoyándose de uno de sus dedos.
- ¡Está muy bueno! Dice que es chocolate traído de... ¡Hawái! - Comentó Kengo leyendo el menú de la cafetería. - Es una pena que el resto no haya podido venir. ¡Sienta tan bien el comer al aire libre! - Dijo extendiendo sus brazos.
Frente a el, Akasaka sonrió. Ambos eran amigos desde hace muchos años, y podía decir que Kengo era tan animado como el primer día en que lo conoció.
- Si. Espero la próxima vez puedan venir. - Le dio un sorbo a su café. - Espera... ¿Ese es Yoshida? -
Preguntó señalando a un chico idéntico al mencionado, con el detalle de tener unos mechones de cabello teñidos.
- Es el, es idéntico. - Respondió Kengo tras girar a verlo, luego levantó la mano para llamar su atención, cosa que consiguió. - ¡Oye, amigo! ¡Jujuu! ¡Ven por aquí, anda! -
El joven, más confundido que otra cosa, obedeció, terminando por tomar asiento junto a ellos.
- Mira, la comida aquí es muy buena. Y las bebidas son deliciosas. ¿Por qué no pides algo? ¡Nosotros lo pagaremos! -
- ¿En serio? Gracias. Ahora veamos... - Tomo el menú para darle una hojeada. Unos pocos minutos después se encontraba bebiendo un chocolate con vainilla y comiendo unos panqueques. - Si que tenían razón, esto sabe muy bien. No son los mejores que he probado, pero estoy asombrado. -
- ¿Verdad? Aunque yo no he probado un mejor chocolate o unos mejores panqueques... - Comentó Akasaka mirando hacia el mar. - Lo mejor es que tiene buena vista. Por cierto, Yoshida... ¿Por qué te pintaste el cabello? -
- ¿De qué hablas? - Preguntó con una expresión de duda. - Llevo con este estilo por meses. ¿No han visto las portadas de revistas? -
- ¿Portadas? -
- Si, mira. - Sacó una de su bolsillo y la colocó justo en el medio de la mesa. - Aquí, ¿ven? Soy yo, «Takata Yuto». Es de hace meses, pero ya tenia el cabello de este estilo. -
- ¿«Takata Yuto»? ¡Takata Yuto! - Gritaron ambos chicos mirándolo con sorpresa. - ¡El famoso Idol! ¿¡Pero cómo...!? - El chico que tenían delante, además de ser parecido a Yoshida Hirofumi, era un popular Idol.
Pocos minutos después, Denji caminaba por las calles de Miyazaki, una sonrisa se dibujaba en el rostro del rubio al ver como incluso en un lugar algo recóndito las personas amaban al Chainsaw Man. Suspiró orgulloso de si mismo, pero pronto su paz sería interrumpida.
- ¡Denji! ¡Ven a ver esto! - Se trataba de Akasaka y Kengo. El chico se acercó a ellos. - ¡Ey! ¿Qué pasando anda? -
- ¿Eh? Olvidálo... Mejor mira a ese chico de ahí. - Le dijo Akasaka señalando a Yuto. - ¿¡No es idéntico a Yoshida!? -
Denji se llevó una mano al mentón antes de quedarse viendo fijamente al Idol, algunos rasgos por aquí y por allá se parecían ante su vista, pero nada más.
- No mucho en realidad. Solo en algunos rasgos. -
- ¿¡Eeeh!? ¿¡Pero que dices!? ¡Son iguales! - No era la respuesta que ninguno de los dos esperaba. - Ya se. Trae a Yoshida aquí, si los ponemos uno al lado del otro notaremos mejor sus similitudes. - Dijo Kengo.
- Bien. Voy por el... - Respondió el joven de cabello rubio no muy convencido para acto seguido comenzar a alejarse.
- Entonces. Yuto, ¿por qué decías que estás aquí? ¡Nosotros estamos con todos nuestros compañeros de escuela! ¡Es divertido! - Comentó Akasaka una vez tomaron asiento nuevamente.
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Chainsaw Man [ Ratones de Ciudad ]
Fanfic¿Es posible volver a conectar con una persona que conociste cuando tu vida no era la que deseabas? Incluso si no tiene la culpa, los malos recuerdos están ahí. Denji lucha por decidir entre una vida normal y el deseo de ser el Chainsaw Man mientras...