Me levanté de golpe del suelo apenada. –Zayn... ¿Qué haces aquí? –susurré.
A Zayn le dio cierta gracia, pues sus labios se curvaron en una gran y perfecta sonrisa, causando escalofríos por toda mi espalda. – ¿Se te ha olvidado tu examen de química?
Negué y miré el reloj. «Joder, voy tarde.»
Tomé mi libreta y mis cosas y las introduje de manera rápida en un bolso. Recogí mi cabello en una coleta alta y me apresuré hacia la puerta, cuando sentí unas manos rodear mi cintura. Estas manos producían una especie de calor en mi cuerpo que llamaba mi atención. Me giré para quedar cara a cara con Zayn mientras el mantenía esa sonrisa arrogante en su rostro.
–Entonces, supongo que...– Me miró de arriba abajo. –Irás con tu pijama a un salón de 45 personas sin contar al profesor, donde todos estarán más que presentables para el examen más importante del semestre.
Me miré y entonces lo note. « ¡Estúpida! ¡Aún llevas pijama! ¡Y Zayn te está viendo!»
Mi cara ya debía parecer un tomate. Zayn rio. –Vamos. –Susurro. –Tómate tu tiempo, puedo hacer que lleguemos tarde y que no haya problemas.
Dude y me moví con rapidez en la habitación hasta mi closet. Tome unos vaqueros negros, una camiseta blanca holgada y mis converse. Tome dos toallas y me giré para ver a Zayn.
– ¿Podrías...? –murmuré. Zayn rio y asintió saliéndose de la habitación. Corrí hasta el baño y después de tomar una ducha me vestí con la ropa que había sacado del closet. Me peine con una coleta alta y salí con mi bolso colgando del hombro. Zayn me esperaba recostado en la pared de enfrente. Casi corriendo, llegamos al salón. Por suerte no ha empezado.
–Srta. Gomez y Sr. Malik, llegan tarde y ¿juntos? –preguntó la Srta. Klein. Descripción gráfica: Castaña, ojos verdes agua, 1,65 m, piel blanca, delgada y con curvas por todos lados. Parecía ser la nerd que todo popular quería. Son veintitrés años de largo aprendizaje largo para acabar de profesora sustituta del Sr. Miller cuando le tocan sus reuniones en el Consejo de Profesores de California. Una historia realmente triste. Única mujer y la menor entre cuatro hermanos graduados en las mejores universidades del país, rechazada por su madre, olvidada por su padre, sustituida en la beca para Harvard, su vida simplemente no era la mejor. La tos falsa viniendo de ella me sacó de mis pensamientos.
– ¿Entonces? –preguntó.
–Srta. Klein, tuvimos un pequeño problema de camino y nos retrasamos. –dijo Zayn.
– ¿Y...venían juntos? –alzó una ceja y todos voltearon atentos a nuestra respuesta.
–No. –conteste.
–Sí, de hecho sí. –Corrigió Zayn. –Puedo ir a buscar un pase por ambos a la oficina del Director si eso es lo que quiere...
–No. –Interrumpió Klein. –Pasen, rápido.
Me alejé lo más rápido que pude de Zayn y tomé asiento a la mitad del salón con todas las miradas puestas en mí, sobre todo la de la profesora. Ni siquiera sé dónde se sentó.
–Bueno, comenzando con la clase, todos tomen una hoja y pasen las demás. –Dijo la profesora y solo entregó a las filas impares. La chica de adelante me entregó el papel y pasé los demás. –Bueno, ahora que medio salón tiene hojas, busquen un compañero.
Todos se levantaron y comenzaron a ordenarse y a lo lejos pude notar a Demi acercarse a mí pero antes de que pudiera llegar, alguien tomo su silla a mi lado y a ella la llevó alguien más, lejos de mí.
–Lo siento. –murmuré y ella asintió.
Me gire para ver unos hermosos ojos cafés profundos mirándome atentamente. Cerré mis ojos y solté un aire que no sabía que contenía.
