Capítulo 15.
Las preparaciones de la fiesta ya estaban listas, media Universidad asistiría a la fiesta y en cuanto llegaran, la otra mitad se uniría, después de todos hacer una fiesta mientras los decanos están fuera de la ciudad no es tan mala después de todo. Sonreí al ver al grupo de Lauren llegar con los suficientes litros de alcohol como para llenar toda una piscina, Harry se había encargado de la música y yo de la decoración, pequeñas lianas de cables con luces de neón recorrían lo alto del lugar, un par de sillones alrededor aunque lo último que harían en una fiesta universitaria es sentarse. El alcohol fue dividido en el pequeño bar que se encontraba siempre instalado y una fogata en medio del lugar ardiendo en gran cantidad bajo la Luna llena de esta noche, camine hasta las escaleras donde la pintura incandescente mostraba grafitis hechos por grandes artistas de la universidad, por suerte solo se veía si no había luz y la única manera de que en la Universidad las apagaran, es que cerraran o hubieran vacaciones.
Baje hasta los dormitorios donde las puertas de habitaciones de las chicas estaba abierta a medida que terminaban de arreglarse, era como caminar por las calles de Las Vegas a las tres de la mañana, ebrio y con mucho dinero que gastar. Mire a varias chicas que me observaban con gran detenimiento mientras pasaba frente a ellas hasta llegar a mi habitación. Cerré la puerta y deje que mis oídos se inundaran con una suave música reproducida por mi iPod mientras retiraba mi camiseta y mis vaqueros junto a mis tenis, ate mi cabello en una coleta alta y me deje caer suspirando con un leve jadeo de placer al sentir las sabanas, sobre la cama. Me coloque boca abajo. Tome una respiración mientras halaba mi laptop hacia mi cuerpo y la abría para poder ver mi correo, nada de parte de Brian, una que otra cosa de las redes sociales y un par de ofertas. Cerré con gran frustración haciendo un gran ruido al golpear la pantalla con el teclado, suspire y volví a abrirlo para asegurarme de que se conservaba intacta.
Me levante con desgana y camine hasta la ventana detrás del escritorio, el reloj reflejaba marcas rojas en mi cuerpo semidesnudo, ya eran las nueve y los hombres con las hormonas alborotadas se dirigía a la entrada de los dormitorios de chicas como una estampida, la mayoría más simple de lo que se espera para una fiesta tan grande. El ruido comenzó a filtrarse por debajo de las puertas mientras que los hombres hacían su entrada, la música comenzó a sonar y entonces mire de vuelta a la puerta. <La fiesta había comenzado. >
Me introduje en una ducha fría para que mi cuerpo se dejara relajar mientras mis músculos se soltaban ante tanta presión estos últimos días. Después de unos quince minutos en la ducha, salí con una toalla alrededor de mi cabeza y otra cubriendo mi cuerpo. Camine hasta el closet donde las puertas me esperaban abiertas, dejando ver al fondo una bolsa negra que colgaba de un gancho a este, saque la bolsa y una caja de la parte de abajo, dejándolos sobre la cama y en el suelo. Deje la toalla que cubría caer al suelo y me moví con velocidad por habitación hasta mi cajón de ropa interior, tome unas bragas grises y camine de regreso a la cama, donde tome asiento y unte crema por todo mi cuerpo, saque la bolsa negra del gancho y una vestido sin espalda gris con una abertura acoplada a mis senos se abría paso hasta mi ombligo como una flecha apuntando hacia abajo.
Coloque el vestido después de mis bragas y me volví a sentar en la cama donde saque unos tacones color negro de la caja a mi lado, me los coloqué y un golpe en la puerta me distrajo de peinarme. Abrí la puerta y una Lauren totalmente distinta estaba parada frente a mí con sus ojos verdes penetrando el más mínimo movimiento de mi cuerpo. Sonreí al ver un vestido color verde oscuro resaltar todas y cada una de sus curvas mientras un rojo sangre resaltaba sus labios y sus ojos verdes cubiertos por largas pestañas se posaban frente a mí. Sonreí de lado y me aparté para que ella pudiera entrar, al hacerlo cerré la puerta detrás de ella.