Capítulo 9.
La mirada de Demi se envolvió en un acto de inseguridad y pánico. Ella desea escapar. Mire a Zayn quién mantenía cierta sonrisa arrogante en sus labios mientras se mantenía atento recostado de la puerta.
Me levanté de la cama –con sumo cuidado de mantener la sábana alrededor de mi cuerpo– y caminé con indiferencia hasta quedar muy cerca del rostro de Demi. Su respiración parecía particularmente irregular. Una sonrisa tonta se dibujó en mi rostro.
–Entonces, Lovato. Me vas a explicar... –Di un paso más cerca y Demi retrocedió. – ¿Qué es lo que te está pasando...? –Continué con otro paso hasta que al Demi retroceder, se vio envuelta entre el dorso desnudo de Zayn y su creciente gran erección y, mi cuerpo cubierto tan solo por una sábana blanca, obligada a contestarme. –Especialmente conmigo.
Ella tragó saliva. –Yo... –masculló.
– ¿Tu qué? –pregunte dando un último paso y arqueando una ceja.
El trasero de Demi impactó contra la erección de Zayn al retroceder haciéndolo soltar un gruñido, mientas un leve gemido se escapaba de los labios de ella. Sonreí. Ese sonido junto se había escuchado como la cosa más gloriosa que había escuchado, causando estragos por todo mi cuerpo.
– ¿Qué Demi? –pregunté.
–No me pasa nada. –Bajo la cabeza.
La tome de la barbilla y la obligue a mirarme. «Oh, no.» Observe con detalle su rostro, su cuerpo, sus manos. Sostenía su labio inferior entre sus dientes blancos con fuerza mientras sus manos se encontraban a cada lado de su cuerpo, apretadas hasta el punto de dejar sus nudillos blancos. Y su mirada, me observaba atentamente sin prestar la más mínima atención a que su cuerpo estuviera casi recostado del de Zayn. Llevaba ese tono claro en sus ojos, que me recordaban a la noche anterior, en la habitación, con esa chica y eso solo me indicaba una cosa: Demi estaba tan excitada como podía estar.
–Vamos... –Susurre acariciando su rostro lentamente. Su cuerpo se tensaba bajo mi tacto. –Dime Demetria.
Fue la última cosa que dije antes de sentir una fuerza impulsarme contra la cama y el peso se hizo obvio. Al abrir los ojos, Demi estaba extremadamente cerca de mí con sus piernas a cada lado de mi cuerpo, su cuerpo reposando su peso sobre mis caderas mientras sus manos sostenían mis muñecas a cada lado de mi cabeza y esa minifalda que llevaba se le subía, dejando que sus bragas húmedas rozaran sin preocupación mi piel. Aún mordía su labio inferior fuertemente. «Oh, Demetria, si tan solo supieras lo que me causas cuando te muerdes el labio de esa forma.»
Jadeé ante la humedad haciéndose cada vez más obvia entre sus piernas y mis caderas.
–Jamás... –acercó su boca a mi oído. – Me vuelvas a llamar Demetria.
Como prueba me moví atrayéndola más contra mí y susurre: – ¿Oh sino qué?
–Verás mi lado malo, Selena. –Volvió a murmurar pero esta vez mordió el lóbulo de mi oreja. Solté un leve gemido haciendo que la humedad anterior fuera nada comparada con la que rozaba mi vientre. Sentí sus muslos contraerse. « ¿Eso confirma tus dudas?» pregunta mi yo interior y la diosa dentro de mí sonríe pervertida.
Demi se moja por mí, no por Zayn y su erección, sino por mí. Ese fue el último pensamiento que me permití antes de darle la mirada más lujuriosa que tenía y Demi retrocedió, soltando mis muñecas.
– ¿Eres estúpida lo sabías? –preguntó.
–Sí, eso fue lo que dijiste esta mañana, junto a zorra y otras cosas más. –Puse los ojos en blanco. –Lo que no entiendo es ¿Por qué? ¿Tan difícil es decirlo?
