Capítulo 13
«Bien, yo misma me lo busque. » La frustración de que mis planes no salieran a mi gusto me estaba volviendo loca, mi propio juego se había vuelto contra mí y lo peor, no sabía cómo. Esa noche Harry y Lauren se habían quedado junto a mí para que no me derrumbara, cosa que no pasó. Me mantuve firme y suspire fuertemente.
—Debemos seguir.— Había dicho volviéndome hacia los chicos que me miraban impacientes, aquellos dos pares de ojos verdes interrogantes ante mi declaración. —Ahora que ellos se unieron, debemos seguir el plan.
—Pero... —Harry comenzaba a decir con una mueca. «Que pesimista. »
— ¿Sabes? Por primera vez Gomez, creo que tienes razón. —Lauren se había puesto de pie y miraba por la ventana hacia la entrada a la Universidad y las demás torres de los dormitorios. Se giró a mirarnos y una sonrisa perversa se asomaba en sus labios mientras un increíble brillo ardía en sus ojos. —Es hora de acabarlos.
Con gusto acepte la oferta y a Harry pareció encantarle, solo nos faltaba mejorar el plan, cosa que pasamos toda la noche tratando de hacer y al final de la noche, nos giramos a ver el reloj.
—Son las cinco de la mañana, creo...— Harry bostezo. —que deberíamos irnos antes de que nos descubran.
Asentí y me gire a mirar a Lauren quien descansaba sobre sus brazos cruzados en la mesa, parecía muy tranquila. —Lauren...
La moví pero no hubo respuesta y me di cuenta de que estaba dormida.
—Creo que debería quedarse. —susurré levantándome del asiento mientras Harry hacia lo mismo y se acercaba a Lauren, levantándola con facilidad en sus brazos. Harry la llevo hasta mi cama donde la dejo caer con un suspiro, quito sus botas y unas medias de corazones nos hicieron soltar unas leves risas que cesaron al escuchar los jadeos y gruñidos de una Lauren dormida. «Hasta en sueños es una gruñona. »
Me moví a su lado y a cubrí con las sabanas haciéndola ver tan débil, tranquila, tan pequeña. «Esta no es la Lauren Jauregui que todos conocen. Toda una lástima lo que se pierde. »
—Debo irme. —Harry bostezo una últimamente antes de mirar su reloj y darme un beso en la frente, para luego salir de la habitación con una sonrisa y un "Buenos días".
Tome mi blusa y tire de ella sobre mi cabeza mientras me dirigía al closet para buscar algo más cómodo de usar, quite mis vaqueros dejando la ropa sobre una silla cercana a mi cama, doblada, retire mis tacones y saque del closet una vieja camiseta gris que me llegaba casi a unos veinte dedos de mi rodilla, que le había quitado a Harry hace unos meses atrás.
La tela suave se deslizo por sobre mi cabeza cubriendo mi cuerpo para luego dejarme la libertad de desabrochar mi sujetador y dejarlo junto a la ropa, el sol yacía en el horizonte mostrando sus primeros rayos del día, sonreí ante el maravilloso color rojo, amarillo y azul que se dibujaba junto a ellos. Me acerque a la ventana y cerré las cortinas al notar que los rayos se intensificaban y con ellos, los jadeos y gruñidos de Lauren. Me dirigí a la cama de Demi y me deje caer en esta, su olor salía emanado de la almohada como si estuviera justo a mi lado.
Un gemido proveniente de Lauren me hizo sentarme y encontrarme con unos ojos verdes en medio de la oscuridad observándome claramente.
—Pesadilla. —Explico y yo asentí. —Por qué estoy durmiendo en tu cama y tú en la de Demi?
Me encogí de hombros. —Ahí fue donde te dejo Harry y yo no quería incomodar.
Lauren hizo una mueca antes de dar un par de palmadas en el espacio vacío de la cama y quitar la sábana. Me levante de la cama de Demi y me senté dudosa a su lado.