Sentía un escalofrío recorrer mi espalda. Mi pecho subía y bajaba mientras mis manos se agarraban con fuerza al colchón y las gotas de sudor caían por mi frente. ¿Había sido todo una pesadilla?
Miré a mi lado y ahí estaba, la pequeña nota de un color rosado algo desgastado, sobre mi libreta de química, marcada con esa extraña letra cursiva que remarcaba sólo unas palabras. No lo había soñado, después de recibirla me sentía enferma, Demi se había asustado palideció tanto como yo al leerla.
-Deberías acusarlo con el Director, es una acosador. -Mencionó Demi y negué con la cabeza.
-No, si lo hago, podría estar en peligro. -Demi entrecerró sus ojos. -Soy fan de CSI y estoy segura de que lo último que le gusta a un acosador es ser incriminado.
Demi rió. -Selena eso es pa-té-tico. -Pronunció silaba por silaba.
-No lo haré. -Volví a negar con fuerza y apagué la luz de mi lámpara mientras me acomodaba en la cama para caer en un sueño. Pensaría mañana.
Trate de calmarme al despertar esta madrugada con una pesadilla, aunque más que eso, había sido el sueño más erótico de mi vida, pero con mi peor miedo.
Me levanté de la cama y me dirigí al baño. Cuando la puerta estuvo cerrada y la luz encendida, me acerqué al lavabo y abrí el grifo. Tal vez lograría calmarme. Mis manos bajaron hasta que el agua se mantenía en ellas y la arrojé a mi rostro. Ahora con más calma, volví a la cama dejándome caer en un nuevo sueño.
Me levanté por un movimiento brusco de mi cuerpo y al entreabrir los ojos, visualicé a Demi a mi lado con sus manos moviéndome de un lado al otro mientras me llamaba.
-Despierta. -Susurraba, como si tuviera miedo de que despertara.
-Mm... -me moví en la cama con una sonrisa. No había dormido casi anoche pero Demi no tenía nada que ver. -Buenos días.
Salté hacia Demi y la arrojé en mi cama haciéndole cosquillas. -¡Se...! ¡Le...! ¡Na...! ¡De...tente! ¡Por...favor! ¡De... -reía más fuerte. -¡tente! -Su cara estaba roja y su risa era tan constante que por un momento dejo de oírse. Me detuve y la respiración agitada de Demi me hizo reír aún más. -¡Tonta! -Gritó. Mis manos bajaron a su abdomen para volver a hacerle cosquillas pero sus manos me detuvieron, empujándolas hasta quedar en sus piernas.
No lo había notado. Demi llevaba al igual que yo, solo la ropa interior y pareció notarlo por la manera en que su mirada me recorría. Aún jadeaba un poco y pude ver que estaba sobre ella, en ropa interior, nuestros cuerpos rozándose, mis manos en sus muslos y su cara a centímetros de la mía. Estaba tan sonrojada como ella en este momento y cada vez era peor mientras sentía la temperatura de Demi aumentar. Me alejé lentamente de ella con una sonrisa.
No deseaba incomodarla, por más incómodo que realmente me haya parecido. Demi se levantó y sin decir nada más, too una ropa que estaba en su cama y entró al baño. Podía escuchar el agua caer desde este lado de la habitación. Tomé una bata de baño y camine hasta mi armario, de este tome unos shorts de jeans, una camisa holgada gris con letras blancas y un par de tenis blancos.