My beloved ghost and me

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La mirada marrón estaba clavada en su reflejó en el espejo,con sus ojos recorrían cada parte de su rostro. Sus ojos cafés,su cabello pelirojo ondulado que ahora se encontraba enmarañado,su mirada llegó hasta su pómulo,con un gran golpe en el que ya estaba teñido de un rojo muy oscuro llegando a un morado.

Baja su mirada a sus manos incapaz de seguir observándose,posa su mirada en su cutícula dañada por su mañia de aruñarse el alrededor de sus uñas.

Se levanta de la silla de él tocador para caminar hasta la puerta de la habitación, eran apenas las 4 de la madrugada,no había podido conciliar el sueño luego de lo que había ocurrido,el miedo dentro de su mente era incapaz de dejarla descansar decentemente.

Al abrir la puerta la recibe el oscuro y frío pasillo,una cosa que muy pocas personas conocían de ella es su gran miedo a la oscuridad por el temor de que algun "mountro" se encuentre en ella,pero en ese momento se dio cuenta que no deberia temerle a mounstros imaginarios si no al que vivía con ella.

Llega al principio de la escalera,baja escalón por escalón sin un rumbo fijo. Su mente estaba en otro lugar,en pensamientos distintos o en un mundo distinto,no lo sabía.
Al terminar de bajar los escalones le recibe la sala completamente a oscuras, prende la luz dejando observar el desastre en el piso.

El jarrón cortesía de su suegra que había sido obsequiado por ella estaba ahora tirado en el suelo hecho añicos por la pelea que fue consumida en ese preciso lugar.

La joven mujer se queda con la mirada fija en el objeto quebrado,lágrimas que no pudo retener bajaban por sus mejillas pálidas. Se derrumbó en ese preciso lugar donde antes era el lugar más colorido y lleno de vida en la casa ahora era el recordatorio de la traición más grande que pudo recibir junto a él dolor y miedo que llegó seguidas de la verdad.

Suspiró entrecortadamente por el nudo en su garganta,se encaminó a la cocina buscando el licor bajo cerradura que tenían en el lugar más alto de la cocina por seguridad para su hijo de apenas 4 años.

Al encontrar el vino tomo la botella con fuerza regresando nuevamente  a la sala, al abrir la botella de gran valor tomó un gran sorbo ahogando sus penas con el líquido. Podía darse esas libertades por la ausencia de su pequeño el cual se encontraba con Agustine.

Tirada en el sofá con una botella en la mano,llorando y con un moretón en su blanca mejilla se preguntó que pudo hacer para estas sufriendo tanto. ¿Fue mala esposa? ¿No satisfacía a su esposo en la intimidad? ¿Qué había causado ella para que la persona a la cual le confío todo la allá agolpeado sin piedad alguna? Esas preguntas rondaban por su cabeza al mismo tiempo que tomaba un gran sorbo de él vino que ya empezó a causar el efecto deseado.

Al cabo de un rato con el contenido de la botella casi terminada, Stella sin estar en sus cinco sentidos toma en un arrebato su teléfono marcando el número que ya estaba grabado en su memoria. Al tercer tono la persona de la otra línea contestó.

-Stell? ¿Que ocurre? Son las cuatro de la mañana te a pasado algo a ti o a Cassius?- la voz preocupada de su hermano la llena de preguntas sin dejarla responder ninguna para comenzar otra.

-Aaron! Cass esta bien,en realidad esta con Agustine. Por otro lado lamento llamar a estas horas pero soy yo la que no se encuentra del todo bien-la señora de la casa tenia un raro talento para ocultar el hecho de estar borracha a esas alturas, estaba segura que la reacción de Aaron al saber de lo ocurrido sería catastrófica.

-Que esta pasando Stella? Él te ah hecho daño?-las últimas palabras las pronuncia con cautela,al escucharlo se rompe las lágrimas salen descontroladamente que se deslizan por sus mejillas.

Wildest Dreams |Spencer ReidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora