CAPITULO SEIS

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MARINETTE:

-Déjame explicarte puntitos- pide Adrien desde el otro lado de la puerta, a la vez que da dos suaves golpes en la misma para que abra.

-Ya vete a dormir, ya pasan de las once- le recrimino en un gruñido, sin apartar mi espalda de la puerta.

Lila me mira con el ceño fruncido y lo que parece desaprobación.

-No me iré hasta que me escuches- dice con terquedad, logrando que ruede los ojos.

-Solo ábrele y arreglen las cosas, ya quiero dormir- se queja Lila, cubriéndose mejor con la sabana.

Ruedo los ojos y con algo de duda abro la puerta, pero no lo dejo pasar, soy yo la que lo empuja ligeramente para poder salir al pasillo.

-¿Qué diablos te ocurre?, ¿no te das cuenta que ya es tarde y si alguien te ve aquí tendremos problemas?- le espeto en voz baja.

Miro a los lados, el pasillo está vacío y las luces apagadas, pero aun así la sensación de que nos van a reprender no abandona mi mente en ningún momento.

-Escúchame, por favor- pide, y con solo verlo a los ojos mi corazón da un vuelco y me veo incapaz de fingir indiferencia por más tiempo.

Le hago un ademán para que hable, dejando que tome mis manos entre las suyas.

-Sí fui a casa para ver a mi padre, no lo encontré y decidí esperar, y una hora antes de ir contigo llego Chloé, no sé cómo se enteró que estaría en casa pero lo hizo- dice, pausando un momento antes de continuar hablando- estuvimos hablando y se me fue el tiempo- dice con una mueca, apretando mis manos para que no me suelte de su agarre.

-Me mentiste Adrien- le digo, nuevamente.

-Sí, y realmente lo siento- dice con verdadero arrepentimiento- sé que Chloé no es tu persona favorita y fui un idiota al pensar que si te lo ocultaba no habría problemas- termina de decir.

Suelto un suspiro, bajando la vista al suelo antes de volver a sus ojos.

-Yo confío plenamente en ti, y bueno, me gustaría que tú también confiaras en mí y no pienses que me voy a volver loca porque hablas con alguna chica, incluida Chloé- le digo con el entrecejo levemente fruncido.

-Eres la persona en la que más confío puntitos- responde, alzando su mano para acariciar mi cabello- te prometo que no te volveré a ocultar nada- asegura, enseñándome su dedo meñique para cerrar su promesa.

Con una sonrisa divertida entrelazo su meñique con el mío, antes de ponerme de puntillas para besar fugazmente sus labios.

-¿Te parece si mañana vamos a cenar?- propone- casi no hemos pasado tiempo a solas- dice con un pequeño puchero.

Tiene razón, desde que estamos en la universidad son contados los momentos que compartimos juntos y a solas.

-Me parece perfecto- le digo con una sonrisa.

Él me sonríe una vez más antes de besar mi frente y apretujarme en sus brazos.

ADRIEN:

Terminan las clases tal y como espero, tenía el tiempo medido para cambiar mi ropa y alcanzar a Marinette en una plaza cerca de aquí como habíamos acordado.

Conocía un restaurante cerca de aquí, y sería el lugar ideal para llevarla.

-Adrien, el profesor de deportes quiere verte- habla Kim a mi espalda, un compañero de clase.

-¿Ahora?- protesto, mirando el reloj en mi muñeca con desesperación.

-Sí, y rápido- informa, y con un bufido lo sigo.

SIEMPRE//FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora