CAPÍTULO NUEVE

8 3 0
                                    

MARINETTE:

Entro en pánico cuando Nathaniel me manda un mensaje, a pesar de que llevo viendo la pantalla de mi celular por bastante rato.

Me remuevo incómoda, ocultando la pantalla en mi pecho mientras giro la cabeza para observar a Adrien.

Sigue dormido por suerte.

Levanto el celular nuevamente mientras veo su mensaje.

Nath: Necesitamos hablar sobre lo qué pasó ayer.

Es muy tarde para dejarlo en visto, y al darme cuenta que no se desconecta sé que está esperando mi contestación.

Yo: No puedo ahora.

Esa es mi respuesta, y me siento nerviosa con la sola idea de estar cerca del pelirrojo.

Repito, comportamiento inusual ya que siempre me he sentido cómoda a su lado.

Al instante recibo su respuesta y eso logra que el celular casi resbale de mis manos.

Nath: Estoy abajo, a menos que quieras que suba.

¿Me estaba amenazando?

Si sube sería una situación destroza.

Pero tampoco quería bajar.

Muerdo mi labio con frustración mientras miro la pantalla, mis dedos tambaleándose en el borde del mismo.

Yo: Voy.

Apago el celular y me levanto de la cama, intentando ser lo más cuidadosa posible para no despertar a Adrien.

Me pongo unos zapatos y salgo de la habitación mientras me coloco un suéter, ya que solo llevaba una blusa de tirantes y era todavía algo temprano.

-Nath, sobre lo de ayer, ambos estábamos algo ebrios y las cosas se salieron un poco de control…- comienzo a practicar que le voy a decir en voz baja, mientras paso una mano por mi cabello para peinarlo y en un intento de apaciguar mis nervios.

A quien engaño, ni siquiera estábamos tan ebrios y mis pensamientos me estaban traicionando.

Mis nervios no ayudan en nada cuando lo veo, ya que mis palmas comienzan a sudar a la vez que siento mis mejillas calentarse.

Me planto frente a él, sin atreverme a verlo a los ojos.

-¿De qué querías hablar?- pregunto cuando el silencio se vuelve tedioso y no me ayuda a tranquilizarme en lo absoluto.

Sé exactamente de qué quiere hablar, pero fingir demencia era una forma de defensa, al menos para mí lo era.

-Sabes de que quiero hablar- dice, y me sorprende cuando toma mis mejillas con sus manos para que lo mire.

-Fue culpa del alcohol Nath, yo estoy con Adrien y si ayer hubiera pasado algo más hubiera sido un error- le suelto, mirándolo fijamente a los ojos.

-¿Pones la tonta excusa de que tienes novio solo para no admitir que querías que te besara?- pregunta, frunciendo ligeramente el ceño.

-Yo no quería que me besaras- respondo inmediatamente con algo de brusquedad.

Los latidos desenfrenados de mi corazón no me ayudaban a concentrarme mucho en la conversación.

-¿Entonces porque no lo impediste?, ¿por qué no te alejas ahora?- su pregunta hace que mi estómago de un vuelco y me quede sin palabras.

De nuevo estábamos demasiado cerca, sus manos en mis mejillas estaban cálidas y yo me veía incapaz de cambiar de posición.

SIEMPRE//FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora