MARINETTE:
-¿Te ayudo con eso?- pregunta el rubio a mi lado, señalando la caja con las ultimas cosas que voy a subir a la residencia.
-Yo puedo, gracias- le digo con una sonrisa, pero aun así me abre la puerta de la habitación mientras dejo la caja sobre el escritorio.
Al fin había llegado el día de entrar a la universidad, y también de mudarnos a la residencia.
Si, los dos, Adrien y yo.
Solo que el en el área este, en la residencia de hombres y yo al lado contrario.
Entrelazo mi mano con la suya mientras bajamos nuevamente al estacionamiento, donde están mis padres esperando para despedirse.
Había acordado ir a verlos mínimo una vez al mes, y ellos entendía que al estar a la universidad se venían nuevas responsabilidades.
-Cuídate mucho cariño- dice mamá, dándome un fuerte abrazo.
-Si mamá- respondo, separándome de ella para ahora abrazar a papá.
-Aléjate de las fiestas- me dice esta vez mi padre, mientras yo asiento con la cabeza.
-No se preocupe señor Dupain, yo la cuidare con mi vida- dice Adrien, pasando su brazo por encima de mis hombros.
Después de varias recomendaciones más y que papá casi llorara, se van.
-¿Quieres que suba contigo?- pregunta Adrien curioso.
-Me encantaría, pero ambos debemos organizarnos para mañana- le recuerdo, pasando mi mano por su cabello.
Él no muy convencido termina accediendo, besando mi frente sonoramente.
-Solo son trescientos metros de distancia- le digo con diversión.
-Trescientos ochenta y cuatro exactamente- responde, empezando a retroceder poco a poco.
Le sonrió antes de darme la vuelta y comenzar a caminar de regreso a mi nueva habitación, pero cuando vuelvo a mirarlo se está tomando fotos con varias chicas.
No llevábamos ni media hora aquí, y ya le habían pedido siete autógrafos. No quería imaginarme como estarán las chicas cuando lo vean pasar por los pasillos.
Sigue siendo famoso, además de guapo.
[…]
Termino de guardar mi ropa y acomodar algunas cosas sobre el escritorio hasta que la puerta se abre.
-Hola- saluda una chica castaña, entrando a la habitación con su celular en manos.
Mi compañera de cuarto, supongo.
-Hola- respondo de igual forma.
-Eres mi compañera de habitación, ¿cierto?- pregunta, sentándose en la cama continua a la mía.
-Así es- respondo.
-Mucho gusto, yo soy Lila- dice con una sonrisa alargando su mano en forma de saludo.
-Marinette- correspondo su saludo.
Ella se levanta y comienza a ver mi escritorio.
-¿Es tu novio?- pregunta, observando la fotografía enmarcada que deje ahí.
Es de la graduación, ambos estamos con nuestra toga y birrete, él me tiene abrazada por la cintura y ambos sonreímos.
Es de mis fotos favoritas.
-Sí, se llama Adrien- respondo, dándome la vuelta para guardar las cajas vacías bajo la cama.
-¿Llevan mucho tiempo juntos?- interroga, dejando la fotografía en su lugar.