EPÍLOGO:

10 4 0
                                    

Un escape de nuestra rutina para aventurarnos a una aventura adolecsente fue la que inició nuestra historia.

Éramos amigos, mejores amigos en realidad, que nunca llegué a creer que podríamos ser algo más.

Cometimos errores, bastantes diría yo, pero estaba segura de lo que teníamos.

A fin de cuentas, si dos personas estaban destinadas a estar juntas, lo estarían por más trabas que hubiera en nuestro camino.

Y vaya que nuestro recorrido ha estado llenó de problemas.

Después de que arrestaran a Gabriel, Adrien necesitaba darse un tiempo para poner su vida en orden, algo que acepte y respete.

Fueron meses en los que, a pesar de que nos estábamos dando un tiempo, seguiamos viendonos por asuntos de nuestro bebé.

Ultrasonidos, visitas al médico, compras casuales, y cuando finalmente llegó el momento de conocerlo, nos dimos cuenta de que ambos estábamos listos para tener esa familia que tanto queríamos.

Sin embargo aún éramos jóvenes, ambos con estudios por terminar y ahora con una nueva responsabilidad que nos quitaba varias horas de sueño.

No mentire, los primeros meses fueron difíciles para nosotros, estabamos irritables todo el tiempo y discutiamos por cualquier cosa.

Tuvimos ayuda de mis padres, de Alya y Nino cada que venían a visitarnos, incluso de Luka y Chloé que habían comenzado una extraña relación pero que siempre mostraban su afecto hacía el otro, cada uno a su manera.

Adrien y yo pasamos esas adversidades, conseguimos seguir juntos.

Y después de diez años, mi amor seguía creciendo cada vez más por él y por nuestro pequeño Hugo, que cada vez se parecía más a Adrien.

Sabía que aún nos deparaban muchas cosas, pero ambos cada vez más aprendíamos y sabíamos resolver nuestros problemas de una mejor forma.

Cómo hace un par de años que me reencontré con Nathaniel, me sorprendió que no mencionara nada al respecto, que tratara al pelirrojo con amabilidad todo el tiempo.

Después cuando le cuestioné al respecto, me dió una respuesta que aun recuerdo muy bien.

“—¿Incómodo? Para nada, pude comprobar que ahora ninguno siente nada por el otro y no tiene caso revivir temas del pasado”

Tenía razón, no tenía caso buscar o revivir algo del pasado teniendo un maravilloso presente con un futuro prometedor.

Estábamos juntos ahora, eso es lo que debía importarme.

Porque siempre será él, nadie puede cambiarlo.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Aviso rápido, y creo que ya había mencionado que está historia la escribí como hace dos o tres años, en ese entonces no me gustó mucho el final y ahora menos jajajaja, pero dejaré esta historia así y hasta aquí. Gracias por su apoyo siempre, besoooooos.

SIEMPRE//FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora