CAPITULO VEINTIUNO

6 3 0
                                    

MARINETTE:

Me despierto por el sonido insistente de la puerta, por lo que camino sin ponerme mi calzado para atender.

No tengo idea de quien podría ser, ni siquiera sé qué hora es.

Abro la puerta, quedándome helada cuando veo a Nathaniel del otro lado, sonriéndome genuinamente.

-Hola linda- saluda, dándome un rápido beso en la mejilla.

-Nathaniel, que sorpresa- le digo, mirando con el ceño fruncido como entra al departamento del rubio con normalidad- ¿cómo sabias que estaba aquí?- le pregunto después de cerrar la puerta.

-Lila me lo dijo, de hecho me recomendó que viniera a verte- responde, rascando su nuca- me he perdido de mucho al parecer- señala.

Estornudo repetidas veces antes de volver a verlo.

-¿Estas enferma?- pregunta, analizándome de pies a cabeza.

-Un leve resfriado, no es nada- respondo, dejándome caer en el sofá y el frente a mí.

-Oh, ya veo- dice, antes de buscar en su mochila- te traje algunos apuntes- dice, mostrándome los cuadernos y varias hojas.

-Muchas gracias- respondo, aceptando lo que me ofrece mientras lo miro rápidamente- espero poder ir mañana- le digo, y realmente lo esperaba. 

El pasa sus manos por sus rodillas antes de fijar su mirada en mí.

-¿Regresaste con Adrien?- pregunta directamente.

Abro los ojos con sorpresa por su cuestionamiento.

-No, pero lo estamos intentando nuevamente- respondo, y no estaba mintiendo.

-¿Y qué hay de lo que paso entre nosotros?- pregunta con una ceja arqueada.

Planeaba pensar que decirle en el transcurso del día, no ahora.

-No quería darte falsas expectativas de un nosotros Nath- le digo sin apartar la vista. No debí jugar de esta forma con él, y si, esa es la palabra que describe lo que hice.

-¿Por qué no me diste una oportunidad?- pregunta con cierta terquedad, sujetando mi mentón sin mucha fuerza.

-Porque yo…- no termino de hablar cuando la puerta se abre de forma abrupta, estrellándose con la pared y sobresaltándome.

Cuando la mirada del rubio se posa en nosotros, podría jurar que está a instantes de saltar encima de Nathaniel, por lo que aparto su mano y me levanto del sofá.

-¿Qué hace este idiota aquí?- pregunta con enojo, pero no avanza gracias a que Luka lo sujeta por el hombro.

No había notado la presencia del peliazul hasta ahora.

-Solo vino a saber cómo estaba, cálmate- le digo con el ceño fruncido, ya que el poco progreso que llevábamos podría irse por el drenaje si volvía a actuar como un idiota.

-Bueno, ya te vio, ya puede irse- responde más tranquilo, pero aun así sigue tenso.

-Me iré si Marinette quiere que me vaya- responde, levantándose del sofá de igual forma, retando con la mirada al rubio.

-Dile que se vaya- pide Adrien.

-No me digas que hacer- le respondo, molesta por su orden.

-¿Entonces quieres que se quede?- pregunta Luka, y eso no ayuda en nada.

-No, digo sí- me pongo nerviosa, sin saber que responder- agh- me quejo, tirando de las puntas de mi cabello.

-¿No se supone que debes estar en cama?- pregunta Nathaniel, desviando por un momento el tema de conversación.

SIEMPRE//FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora