Jun Alice tenía un deseo. Uno que incluía a su padre y a su traumático pasado, pero antes de poder cumplirlo algo sucedió. Algo que comenzó a acabar con el mundo lentamente, apenas dejándola pensar y consumándola por completo. En una lucha entre mon...
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HUIR.
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Alice se abalanzó contra el infectado queestaba encima de una Eun Yoo casi inconsciente. Alrededor parecía el cementerio, muchos cuerpos de personas inocentes sin vida.
El hombre le gruñó, la sangre siguió esparciéndose de las fosas nasales hasta la boca y los ojos negros la miraron a punto de una caza. Cayó al costado de Eun Yoo que sin fuerzas le clavó el cuchillo al hombre y la sangre les cayó a ellas.
Entonces apareció el ente, libertándolas y luchando contra el infectado.
— ¿Eun Hyuk? — balbuceó Eun Yoo antes de cerrar los ojos, dominada por su cuerpo sin fuerza.
Alice se sentó, sujetándose el abdomen y arrastrándose para mirar al ente frente a ella que le daba la espalda. Una esperanza creció y atravesó sus ojos, brillando ilusionados.
— ¿Eres tú? — preguntó en un hilo de voz.
El ente se quedó quieto, estático y ella sintió su cabeza dar vuelta, también estaba agotada.
— ¡Cuidado! — se oyó un grito a un costado.
Ahí estaba Bang Jin Ho, con el cabello largo y más delgado, apuntando con un arma al infectado con el que el ente desconocido había luchado y que seguía vivo, acercándose a ellos. Le disparó. Ella contuvo el aliento cuando el infectado se tambaleó y el ente de alas se le echó encima, destrizándolo. Quiso acercarse a la escena por más aterradora que se viera, queriendo descubrir al salvador, pero Jin Ho se acercó para ayudarla a ponerse de pie y comenzó a arrastrarla lejos, mientras Park Chan Young, otro soldado, veía estupefacto, protegiendo el cuerpo de Eun Yoo inconsciente.
