capítulo 11

793 47 5
                                    

Cuando Abril llegó a casa nuevamente, el rostro insensible de Samantha la recibió.

—Cámbiate, nos iremos.

—¿Irnos?

—A Los Angeles, tengo negocios que hacer allí.

—Yo no iré —respondió  directa, subiendo las escaleras pero no pudo seguir, ya que, una mano pequeña pero firme la empujo hacia atrás.

—No es una pregunta, tampoco te estoy pidiendo permiso, te estoy diciendo que te cambies porque nos iremos ahora.

—Te dije que no voy a irme, deja de molestar.

Cuando iba a empujarla hacia atrás, su esposa movió su brazo para dejarla contra la pared, haciendo que un sobre saliera volando, Abril bajó la vista y perdió el color en su rostro.

¿Q-qué.... qué haces con fotos de Juan?

—¿Acaso no me creías cuando te dije la primera vez que nos vimos que si estás conmigo es solo conmigo?

—¡Estás enferma, Samantha Rivera! ?gritó Abril.

—¡Y mi padre no será el único muerto que me cargue si no me obedeces!

Abril trago saliva y la empujo para tratar de tomar más aire de lo que sus pulmones permitían.

—Necesitas ayuda, Samantha. Lo nuestro se está volviendo tóxico, necesitamos separarnos, no podemos seguir así; solo nos hacemos dañ.... —sus palabras fueron cortadas cuando Samantha se abalanzó a ella

Samantha le acarició el cabello y sonrío.

—Ve, cámbiate de ropa que el viaje a Los Angeles nos espera, amor —susurró tan tierna.... tan desquiciada.

Abril asintió suavemente con la cabeza antes de subir las escaleras rápidamente y encerrarse en su cuarto para regodearse en esa sensación oscura en la que fue invadida. Tomó su teléfono y escribió un mensaje para Juan sobre lo que había pasado minutos antes, luego se puso lo primero que vio.

Se miró en el espejo, observando su labio roto por lo que había ocurrido la noche anterior.

—Seguramente va a querer que nos acostemos de nuevo —murmuró a sí misma antes de salir.

Samantha ya estaba en el coche y Abril la siguió.

¿Acaso sus padres sabían quien era su esposa realmente? ¿A quién le habían entregado a su hijo?

—¿S-sam? —murmuró, la ventanilla que tenía a vista a la cabina del chófer se subió así que solo estaban ellas dos.

—¿Ahora qué? —gruño Samantha.

—Necesitas ayuda... a donde llegaste es un extremo muy... no es normal Samantha, da miedo...

—¿Creías que no era así realmente? —la castaña la miro a los ojos, le sonrió fría, vacía —lo que tú me haces, yo puedo hacerlo el triple... y que realmente te haga llorar.

—¿Qué planeas...? Yo no.... Samantha quiero el divorcio ahora más que nunca —respondió Abril antes de quejarse de dolor —¡Samantha, detente!

La mano de Samantha estaba en su cuello, apretando fuertemente.

—Te dije que no iba a dejarte ir. ¿Qué parte no entiendes? Estás conmigo sin retorno, sin arrepentimientos, sin jodidos terceros. Te lo repetiré más claro para que entiendas —acercó su rostro hasta que su boca estuvo en el oído de la contraria —Estarás conmigo, dejarás a esa basura de Juan y seras mia, seras mi esclava sexual.

—Samantha no voy a hacer eso —jadeo Abril de dolor.

—¿Quieres ir al funeral de Juan?

—Estás enferma —sollozó Abril, queriendo con toda su alma que esto fuera una pesadilla.

—Nos encontraremos con una persona muy importante para las empresas Garza. Le dije que podía acostarse contigo, buena suerte, cariño... —se burlo Samantha.







Si ven algún error avísame
Gracias por leer

Mátame Lento 18+ - (Adaptación Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora