Mátame Lento 18+ - (Adaptación Rivari)

capítulo 04

Una maldita cena social es lo que le esperaba en la casa del matrimonio Garza.

Juan iba a estar ahí. El mismo le dijo a Abril que se tranquilizara poque Samantha no haría nada contra ella.

—Esta noche tengo una sorpresa para ti — Hablo la semirubia, divertida.

Abril quería vomitar lo poco y nada que había comido. Lo único que la hacía sentir segura era el vestido que Juan le regaló. De color negro con bordados del mismo color, se puso un blazer del mismo color, era un atuendo sencillo aunque se veía digna de una pasarela.

Solo se plancho el pelo y uno de sus relojes adornaba su muñeca sutilmente.

—¿No vas a decir nada, señorita "quiero el divorcio" —la diversión manchando su suave voz.

—No puedo creer que seas así —gruñó Abril llevando un mechón de pelo detrás de su oreja.

—Y yo no puedo creer que seas tan fácil. Pero descuida, tanto que me deseabas, tal vez me tengas esta noche —y dicho esto el carro se detuvo.

Abril se bajó rápidamente del auto y caminó hacia adentro. Samantha se unió a ella después.

Juan la estaba esperando con una copa más en su mano y Abril se dirigió a su amado, soltándose rápidamente de aquel tóxico toque. Se sentó al lado de Juan, feliz.

—Juan —sonrío Abril, tomando la copa y mirándola a los ojos —Viniste.

—No voy a perderme una oportunidad para verte... estás preciosa, amor —susurró chocando sus copas, para que solo Abril lo escuchara.

Abril ya se sentía en el cielo... ignorando el hecho de que era la primera vez que Samantha estaba observando su interacción.

¿Tan Pendeja resultó ser Abril para andar como perro detrás de uno que solo se metió entre sus piernas? ¡Oh! Pero si se trataba de pendejas ella era la mejor. Se ganaba la vida siéndolo.

Y, haciendo memoria en las cosas ridículas de su vida, se encontró de que ese mismísimo día era su aniversario. Debía aprovechar ese momento, obvio.

Así que tomó una copa y la alzó.

—¡Disculpen! —habló, atrayendo la mirada de todos, incluso de aquellas dos idiotas —Hoy es un día muy especial para mi, ¿lo saben, no? Hoy hace algunos años decidí unir mi vida a la de mi amada esposa, Abril, mi preciosa y fiel Abril —la miro y sonrió.

Juan frunció el ceño y Abril tragó saliva nerviosamente. Samantha se acercó hasta ella y posó sus labios contra los suyos.

Abril liberó sus lágrimas al verlo frente a todos allí, frente a Juan....

—Te amo. Te amo tanto que daría lo que fuera por ti, lo daría todo —Samantha habló y la miró cómo si de verdad sintiera amor.

Abril se levantó de su silla y salió corriendo.

—¡Mi amor! —habló Samantha —Por favor, regresa.

—Basta, Samantha, ¡Basta estoy cansada de ti! —Abril giró y vio a Samantha y a Juan.

—¿Por qué mientes? —Samantha frunció el ceño, luciendo verdaderamente confundida.

—¿Abril? ¿Qué significa ésto? —Juan frunció el ceño también.

Abril caminó hasta el y lo tomó de las mejillas.

—No es lo que crees, Juan. Ella no es así, Samantha me odia, nosotras no nos amam... —se vio interrumpido por la vos de su amado.

—Abril...

—No lo digas Juan, no lo hagas —rogó Abril antes de escuchar la voz que estaba matándola.

—Hazlo Juan, la cubierta de amante también la tengo ocupada. ¿Sabes cómo Abril gime como loca cuendo está conmigo, su esposa, en la cama?

—Abril... —Juan se escuchaba algo cansado. Y no era para menos.

—Es mentira, nunca la amé. Te amo a ti —Abril se tiró a sus brazos y chocó sus bocas.

Samantha se sintió molesta, celosa tal vez...... porque su cabeza le reclamaba que debía de recibir aquello y no esa estúpida que estaba alentando a su esposa a ser libre...... libre lejos de ella.

—Por favor no te vayas —susurró Abril con lágrimas corriendo por sus mejillas y la vos quebrada.

—Anoche me dijiste lo mismo —La voz de Samantha se escucho tan herida que hasta ella se la creyó.

Juan gruño y salió de allí, mientras que Abril lloraba deliberadamente.

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