Samantha simplemente maldijo y se levantó de la cama mientras que Abril se acomodó mejor entre las sábanas.
—Lo siento creo que me equivoqué de persona —habló como si nada, sonriendo mientras cerró sus ojos tranquilamente.
Solo hasta que Samantha la tomó del cuello muy brusco y la levanto de la misma.
—¡¿Pero que te sucede, idiota?! —grito Abril mientras se intentaba zafar rápidamente, si éxito.
—Esa estúpido no volverá a tocarte más.
—¿Solo porque a ti se te antoja? —Abril, a pesar del dolor rió burlesca —¿Cuántas veces te rogué en silencio que no me dejaras? ¿Que dejaras de fingir lo que, sin duda, no sentías? ¡Ahora suéltame, idiota, Samantha me duele!
Un golpe seco hizo que cayera a la cama. La mano de Samantha fue hacia los cabellos de su nuca simplemente para jalarla con fuerza y levantarla.
—Ni si quiera hacías nada para tentarme —le gruño Samantha en el oído y lamió la sangre del labio partido, la misma que golpeó con su codo su pecho y se subió a la cama.
—Lárgate.... no es mi culpa que no seas como Juan. ¿Te quejas de mi? ¿Y yo qué tendría que decir sobre ti?¡Me das asco Samantha Rivera! —Gritó y Samantha solo salió dando un azoton a la puerta.
Abril suspiró profundamente y se fue al baño, necesitaba una ducha, una que durara muchas horas.
Mientas la puerta del baño se cerraba y el agua comenzaba a caer, los dedos de Samantha volaban entre los números en su pantalla. Cuando el tono de llamada apareció solo tuvo que esperar unos minutos para escuchar una voz del otro lado.
—¿Hola?
—¡Rocio! ¿Sigues en México?
—Pues la respuesta a eso es un obvio sí, es el único lugar donde encuentro inspiración.
—¿Que e parece si compartimos una cena? Ahora, en el restaurante de los Garza paso a buscarte si quieres.
—¿Y que tal si vienes aquí, tomamos una copa y me dices el favor que me vas a pedir hoy?
—Me conoces... ¿Ah?- y Samantha soltó una risa suave.
TIEMPO DESPUES
El reloj marcó las tres de la mañana cuando el carro de Samantha se estacionó en el garaje de la casa de su hermana mayor, sacó las copias de las llaves y entró a la casa. Rocío estaba picando una zanahoria y con la punta del cuchillo señaló su mejilla para proseguir cortando el vegetal.
Samantha avanzó y besó su mejilla.
—Conozco a alguien que se muere por conocerte —comentó mientras sacaba dos capas y una botella de vino.
—¿Abril?
—No, su amante y quiero que lo seduzcas.
Rocío dejó lo que hacía y se giró para verla.
—¿Por qué en vez de arruinar la única relación de amor verdadero que tuvo tu esposa mejor no tratas de que se enamore de ti?
—Porque me causa más placer verla sufrir.
—¿Que te hizo Abril? Nunca lo entendí —la pelinegra frunció el ceño y recibió la copa que le tendía su hermana menor.
—No es de tu incumbencia. ¿Puedes hacer lo que te pedí o debo buscar a alguien más?
Rocío se giró y siguió picando la verdura.
—Solo trato de entender tu odio hacia ella. Nosotras dos siempre nos llevamos súper bien. Abril me acompañó y me apoyó antes de que mis pinturas fueran famosas... antes de toda esa loca idea tuya que le metiste a sus padres en la cabeza.
—Deberías agradecerme —Samantha se encogió de hombros —Gracias a esa loca idea te dí el mejor regalo de cumpleaños: Contactos famosos y ricos.
Rocío solo blanqueó los ojos y suspiró.
—¿Y qué gano yo al cumplir tus caprichos, Sammy?
—Un amor real, verdadero.... —murmuró contra su copa.
—Me gustaría que tú conocieras ese amor, Samantha. Sé muy bien que adentro tuyo... —Rocío fue interrumpida.
—¡Ya basta con esa cursilería! —gritó y clavo el cuchillo sobre la tabla de picar.
—¿Acabas de gritarme? —la artista elevó una ceja y la más pequeña suspiró.
—Lo siento, es solo que estoy harta que todos crean que la vida es una puta película. No todo es felicidad o tristeza y se cambian a la mitad de tu vida. Si te tocó estar con una mierda al lado es así... y punto —gruño la última palabra
—Mamá no pudo escapar pero ella fue la que lo quiso así, nosotros no tenemos que repetir la historia, Samantha.
—¿Lo harás o no? —gruñó Samantha y Rocío solo murmuró un "De acuerdo".
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Mátame Lento 18+ - (Adaptación Rivari)
RandomEl matrimonio de Rivers parecía perfecto frente a las cámaras... sí, piensas bien, solo frente a las cámaras... -No te puedo dejar ir, Abril. -Nos vamos a matar en vida, Sam. -No va a ser la primera vez que lo haga. -¿Qué quieres que te diga? ¿Mátam...