Capítulo 43

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Ciel

Cajas empolvadas, esqueletos desarmados, telarañas y pequeños botes con bichos de plástico; calabazas anaranjadas y bolsas recién compradas del supermercado repletas de dulces, decorando desordenadamente la mesa de la cocina y los sillones, esperando pacientes porque terminemos de pelear.

Años pasados, la casa hubiera estado decorada incluso en los primeros días de octubre, pero los imprevistos viajes de mis padres a San Francisco, mi tan "inesperada" depresión y casi pronta recuperación, las vacaciones de María, Alex yendo y viniendo de la universidad para cuidarnos y la revoltosa Alizée entrando a la pubertad, habían hecho que fuéramos la última casa de la calle en decorar. Una verdadera desgracia.

Suspire, bajando las escaleras agotada y empolvada del ático, luchando porque la pesada caja de mis manos no cayera y rodará por las escaleras.

-¿Es la última caja?- Alex preguntó tocándose la espalda cansado de tanto cargar. Y eso que apenas colgó las decoraciones de las ventanas.

- Si- dije con pesadez al ponerla sobre el único espacio libre que había en la cocina- No es ni medio día y ya estoy cansada, ¿me quieren recordar por que terminamos decorando hasta ahora?

Mis hermanos giraron a verme fastidiados.

- ¿Qué?

- Dah- Alizée blanqueo los ojos- No es como que hemos estado mucho tiempo en casa. Maria llegará hasta mañana, Alex solo viene los viernes y tu pasas medio día con tu novio, el psicópata.

-No puede ser...- Alex se apretó la cien agobiado de nuestras peleas.

- Agh, en primera, Poe no es mi novio y tampoco es un psicópata y segundo, no estoy todo el tiempo con él.- A no ser que estamos desarrollando nuestro plan, cosa que sin querer ha demandado mucho de mi tiempo, pero tampoco es para tanto, ¿o sí?

- Nenas nenas, las dos son bonitas, ¿ya podemos seguir?

Ambas le mostramos la lengua en forma de protesta. Mi hermano estuvo a punto de decir algo más para regañarnos, pero el timbre sonó del otro lado de la puerta justo a tiempo. Tenía dos opciones en mente de quién podría estar tocando. La primera, Tara que venía como apoyo de la desastrosa misión "encontrar un buen disfraz para cagar el trío de Allison" y la otra, el chico de la comida china.

- ¿Y ahora qué?- dijo quejándose y aventando una de las guirnaldas a la mesa, salió de la cocina para abrir la puerta. Y luego se queja de que la dramática en esta casa soy yo.

Sin darle mucha importancia, saque una de las decoraciones que resguardaba la caja. No pude evitar reírme al ver las piezas del candelabro de vidrio que a mamá le gusta colgar en el recibidor. Podría ser más bonito, si no fuera un nido de arañas flotantes de cristal que causaron el momento más traumático de mi infancia, por aquella vez que uno de esos insectos bajó por el candelabro y yo la tomé pensando que era parte de la decoración.

Iugh, de solo recordarlo me dieron escalofríos.

- ¿Estas loca o qué?- Alizée se detuvo un momento en su ardua tarea de tallar el rostro a la enorme calabaza que le habíamos traído para que no estorbara con la decoración.

- Sabes lo fácil que sería dejar que esto se cayera por "accidente", esta cosita nos ha dejado traumas a todos.- sacudí una de las arañas de vidrio en el aire.

- Solo a ti te ha causado traumas.- Rodó los ojos- Ve a colgar eso antes de que Alex escuche tus locas ideas....

-¿Que escuche que, Regina George?- Alex para mi mala suerte apareció detrás mío. Palidecí- ¡Ah!... aquí está, qué bueno que lo encontraste...- me quito la pieza de la mano y el resto de la caja de un jalón, emocionado por encontrar el adorno más importante de toda la temporada- Ya estaba empezando a preocuparme, mamá se infarta si ve que su candelabro de arañas no está colgado en la puerta... Ah sí, Tara está esperándote en la puerta..

Cuando vas a besarme...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora