Capitulo 2

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Capítulo 2

Ocho meses antes.

Ciel

- Que tengas un buen día- mamá acaricio mi mejilla.

Le brinde una sonrisa dulce y salí de la camioneta. Cerré la puerta detrás de mí y me conecte los audífonos viendo cómo mi mamá se alejaba manejando por la calle principal.

Me gire sobre mis talones de la manera más provocativa que pude en el momento en que ya no tan nueva canción de los Jonas Brothers, Sucker, se reprodujo. Nadie más que yo lo podía escucharla y estaba bien, eso era suficiente para que mi rutinaria caminata fuera igual de magnifica que todos los días.

Y entonces mientras empezaba a caminar comenzó la diversión de todos los días.

- Hola, Ciel -saludan animadas un grupo de chicas y al que no le había hablado en mi vida o que no recordaba hablarles más bien.

De mala gana regrese el saludo y les enseñe una de mis sonrisas más falsas y perfeccionadas de los últimos años. Al diablo con los de segundo grado, ellos no tienen tanta importancia. Los pase de largo y también a los del club de informática... ¿o son de ajedrez? Qué más da.

Tomé las gafas de sol que colgaban de mi blusa y me las puse sobre los ojos.

Y así, conforme iba avanzando, uno tras otro, me saludaba, con algunos admirando el nuevo abrigo color gris que me taba del frio y otros "opinando" sobre el labial color lustre que decoraba mis labios. Porristas, el equipo de futbol e incluso los novatos de natación, un recorrido de saludos y mirada hipócritas que gustosamente disfrutaba.

Me divertía tanto cómo intentaban aparentar ser algo que no es. Iguales a mí, supongo.

- Llegas tarde, Ciel- Allison estaba cruzada de brazos y con el ceño fruncido.

-Vamos, divierte un poco. Mejor tarde que nunca, bebe- le respondí con sarcasmo mientras me quitaba uno de los audífonos.

- Eres una perra- mencionó Carly mientras se reía de mi sarcasmo.

- La tres somos unas perras- volví a colocar el audífono y me puse a la cabeza de ellas.

Caminábamos al par y lo mejor de todo es que yo era la cabeza de todo. La importante del grupo, la que siempre tenía que asistir a una fiesta para que los demás también fueran.

Aahh... Amaba la preparatoria.

Todo iba bastante bien. Y entonces vi a Tara, concentrada en meter sus cosas al casillero, ignorando por completo mi presencia. Tenía meses que no cruzamos ni una palabra insignificante o un hola si quiera. Igual es su culpa, nadie le dijo que tratara de ridiculizarme para que terminara peor de humillada. Patética cerebrito ingenua. Dolía, sí, pero la traición anticuada nunca es perdonable y mis aspiraciones a ser mejor que ella en la vida, eran más grandes.

- Rara a las tres- Allison se acercó a mi oído y señalo a Tara que seguía distraída.

Sonreí por pura cortesía cuando ella giro lentamente para poder alejarse. Pase a su lado y ella blanqueo los ojos por mi bonita sonrisa, me levanto el dedo de en medio y se dejó caer sobre su casillero sonriente, con la cara llena de desaprobación y coraje. Me daba gusto verla enojada por mi culpa.

-Si alguna vez llegas a verme como ellas-le señale a Tara un grupo de niñas fresas- dame de bofetadas.

-Opino lo mismo- se me quedó viendo y ambas reímos divertidas.

Por un momento me vi de niña, corriendo por el pasillo con ella tirando de mi mano para que alcanzáramos al autobús. En estas veces, es donde odias tener recuerdos con la gente que ahora dices odiar. Tara se dio la vuelta para alejarse y mi buen humor también se fue con ella.

Cuando vas a besarme...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora